En julio de 2015, Stacey Gwilliam vivió una pesadilla que nadie podría imaginar. Su novio, Keith Hughes, la estranguló y la enterró viva en un sendero solitario de un bosque en el sur de Gales. Después de seis años, Stacey decidió contar su historia de horror mientras luchaba por recuperarse de las secuelas físicas y emocionales que dejaron aquel trágico día.
Stacey, de 34 años en aquel momento, fue víctima de la furia de Hughes luego de una discusión mientras caminaban juntos entre los árboles y el cielo gris constante de esa región del Reino Unido. Minutos antes del ataque, Hughes le había jurado amor eterno, pero su promesa se convirtió en una pesadilla cuando tomó firmemente la mano de Stacey y comenzó a asfixiarla.
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Hughes, fisicoculturista obsesionado con su apariencia, había cultivado su cuerpo con una dieta de pechugas de pollo, claras de huevos y anabólicos. Su intención inicial era romper el cuello de Stacey con sus manos antes de ocultar su cuerpo para siempre en la fría turba galesa. Sin embargo, su macabro plan se vio frustrado cuando Stacey emergió de su propia tumba, tosiendo tierra y luchando por su vida.
La chica fue encontrada por la policía que pasó casualmente por el lugar, y en medio de la conmoción, relató lo sucedido. La búsqueda de Hughes comenzó de inmediato, y tras una persecución, fue capturado y arrestado. Mientras era esposado, Hughes clamaba que nunca encontrarían a Stacey, sin saber que ella había sobrevivido a su intento de femicidio.
Stacey escapó de su tumba excavando con sus uñas para respirar aire puro después de haber pasado segundos que para ella parecieron horas enterrada viva. Después de recibir tratamiento en el hospital para curar sus pulmones, su único deseo era ver a Hughes enfrentar la justicia.
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En el tribunal, Stacey detalló el calvario que sufrieron tras el ataque. Pasó tres meses en el hospital, donde tuvo que aprender a caminar y hablar nuevamente debido al shock postraumático.
“Desde el ataque, Stacey sufría de depresión severa y ansiedad. También tuvo neumonías en forma reiterada por la tierra que tragó cuando fue enterrada viva”, explicaron los peritos médicos en el momento del juicio contra el fisicoculturista.
Muerte de Stacey
La tragedia continuó afectándola profundamente. Stacey sufrió repetidas neumonías a causa de la tierra que ingirió durante su entierro, lo que llevó a su muerte a la edad de 40 años en noviembre del año 2021, casi seis años después del intento de femicidio.
La autopsia reveló que Stacey murió a causa de una bronconeumonía con toxicidad combinada de medicamentos.
“No hay evidencia de que tuviera la intención de suicidarse“, explicaba también el informe del médico legista. Y agregó en el documento: “Stacey murió como resultado de la automedicación cuando sufría de una infección en el pecho”.
¿Qué pasó con el responsable?
En cuanto a Hughes, fue condenado a prisión perpetua por el juez Paul Thomas en la corte de Swansea, Gales. Sin embargo, se mencionó la posibilidad de que pueda optar por la libertad condicional después de cumplir unos 8 años en prisión, siempre y cuando mantenga una buena conducta.
La familia de Stacey había notado señales de peligro antes de la tragedia, al observar las marcas y moretones en su cuerpo. A pesar de sus sospechas, Stacey negó cualquier maltrato y decidió continuar la relación con Hughes. Su historia es un trágico recordatorio de la importancia de prestar atención a las señales de violencia y tomar medidas para proteger a quienes podrían estar en peligro.
Entrevistas a Stacey
Stacey tenía decidido terminar su relación con Hughes. Esa tarde en el bosque sintió que Hughes no le soltaba la mano.
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Antes de intentar ahorcar a su novia, Hughes le dijo al oído a Stacey con un tono muy violento: “Si yo no puedo tenerte, nadie podrá”. Y enseguida empezó a apretar el cuello de la chica.
“Hughes sabía que la relación había terminado y sabía que no volvería con él. Me llevó allí ese día para matarme, y casi lo logra”, declaró años después Stacey ante el juez que condenó al fisicoculturista.
Cuando se conoció la sentencia, Stacey dio una entrevista al programa Good Morning Britain. Allí dijo que estaba asustada por lo que sucedería cuando Hughes saliera de prisión por libertad condicional.
“Tengo esperanza para el futuro y se debe al apoyo de familiares y amigos. Si no fuera por ellos, no podría haber hecho esto solo, pero todos han estado ahí para mí”, resaltó la chica con lágrimas en los ojos.
Todo el tiempo en su cabeza volvía a la tarde que fue enterrada viva por su novio. Fue ese momento en que tragó tierra y pensó que era el final.
“Estaba como en cámara lenta. Sólo veía manchas verdes y marrones”.
Entre lágrimas, la chica recordó sus segundos bajo tierra. Es en ese momento en que se vio muerta.
“Traté de levantarme, pero no pude. Tuve que usar mis uñas. Rasgué la tierra hasta que vi la luz del cielo”.
Stacey empezó a morir la tarde en la que fue enterrada viva.
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