El hombre que logró sobrevivir a la polio y vivir cerca de 70 años en un pulmón de acero, falleció este lunes 12 de marzo en Texas, Estados Unidos.
Su nombre es Paul Alexander y se le conocía como “Polio Paul”, falleció a los 78 años tras vivir poco más de 70 de ellos recluido en un artefacto de metal que funcionaba como su pulmón.
Lo único visible de Alexander era su cabeza ligeramente salida de la enorme máquina que logró mantenerlo en este mundo por décadas.
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A la edad de seis años padeció de poliomielitis y quedó paralizado del cuello para abajo, específicamente en 1952 un año especialmente mortífero por dicha afección que cobró la vida de miles.
Pese a mantenerse pegado al pulmón de acero, Paul logró estudiar y convertirse en abogado, de hecho fue el primer estudiante en graduarse de la secundaria en Dallas sin asistir a clases en persona.
Intentó acceder a la universidad, pero fue rechazado debido a su condición; sin embargo, no renunció a su sueño y logró convertirse en abogado tras acceder a la Universidad Metodista del Sur.
“Siempre quise lograr las cosas que me decían que no podía lograr y alcanzar los sueños que soñaba”, indicó en una entrevista del año 2021.
Su objetivo de dedicarse a las leyes fue posible con mucho esfuerzo, lucha y resiliencia, esto le permitió ser un destacado jurista según recordó él mismo hace unos años.
“Por fin ocurrió algo bueno, quería ser abogado desde hacía mucho tiempo. Y también fui uno muy bueno”, mencionó.
¿Cómo funcionaba el pulmón de acero?
El tanque de acero cumplía la función de suplir la función pulmonar de Alexander, incorporando un ventilador de gran tamaño que generaba un vacío en su interior.
De esta manera, el dispositivo proporcionaba un flujo de oxígeno a los pulmones del paciente, cuyo sistema nervioso y respiratorio habían sido afectados por el virus del polio.
Este tanque es conocido como un ventilador de presión negativa, ya que artificialmente inducía la respiración ejerciendo presión sobre los pulmones para facilitar su expansión y contracción.
“Hago lo mismo que todo el mundo. Me despierto, me lavo la cara, me cepillo los dientes, me afeito, desayuno... Solo necesito un poco más de ayuda para hacerlo”, relató en 2021.
El paciente habría fallecido tras contraer COVID-19 según informó su entorno, en sus últimos años abogó por la concientización sobre la correcta vacunación para contrarrestar los movimientos antivacunas en los Estados Unidos.
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