El nacimiento de la nueva hija de los artistas Camilo y Evaluna, Amaranto, no solo marcó el inicio de una nueva etapa en la vida de Evaluna y Camilo, sino que estuvo lleno de momentos de tensión y miedo, que la pareja compartió con sus seguidores en redes sociales.
La noche que esperaban con tanto amor y emoción se tornó en una experiencia inesperadamente intensa, donde los nervios y la incertidumbre dominaron el proceso del parto.
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El cantante colombiano Camilo, compartió en su cuenta de Instagram un emotivo mensaje para dar la bienvenida a su hija, acompañándolo de imágenes del nacimiento.
“Amaranto. Todas las ranas salieron a cantarte tu bienvenida. Niña de terciopelo dorado. Papá te atrapó y pintaste sus manos para siempre. Soberana de la media noche. Bienvenida”, escribió el cantante.
Sin embargo, días después, su esposa Evaluna y él revelaron los momentos difíciles que vivieron durante ese proceso.
La calma antes al caos
Todo parecía ir bien al principio.
Evaluna recordó cómo, cuando sintió que el parto estaba cerca, sugirió a Camilo que prepararan una torta para celebrar el nacimiento, tal como lo hicieron con su hija Índigo.
La pareja quería mantener una atmósfera de calma y alegría, celebrando la llegada de Amaranto con una tradición familiar. Sin embargo, la tranquilidad pronto se rompió.
“Cuando empecé a sospechar que esta vez sí era en serio, le dije a Camilo que hiciéramos la torta, como con Indi”, recordó Evaluna, tratando de mantener la serenidad.
Pero cuando comenzaron las contracciones más fuertes, la situación cambió rápidamente. Evaluna sintió una intensa necesidad de empujar, lo que, lejos de tranquilizarla, solo aumentó su nerviosismo.
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Momento de miedo y tensión
La situación se tornó aún más angustiante cuando Camilo, preocupado por el estado de su esposa, observó algo que lo hizo entrar en pánico:
"Evaluna me dice ‘tengo muchas ganas de empujar’ y de repente veo dos chorros de sangre por las piernas de ella. Ahí fue cuando me asusté y tuve que llamar a Dana, nuestra partera, otra vez", relató el cantante, visiblemente alterado por la imagen.
La llegada de la partera fue clave en ese momento crítico. Dana, al ver a Camilo tan nervioso, lo encaró con firmeza: “¿Estás listo para recibir a tu bebé?”.
Aunque la pareja había acordado que Camilo recibiría a Amaranto, el miedo y la confusión de ese instante hicieron que olvidara por completo lo que había planeado.
"Estaba muerto de susto, se me había olvidado por completo que yo quería recibir a mi hija", confesó Camilo.
Un parto veloz y sin la familia presente
Lo que inicialmente había sido planeado como un nacimiento rodeado de seres queridos, con la familia lista para acompañar el momento, terminó siendo una experiencia íntima e inesperadamente rápida.
Camilo, preocupado por avisar a sus familiares y saber cuánto tiempo más quedaba antes de que llegaran, intentó consultar con Dana, quien le respondió que en cinco minutos la situación estaría lista. Sin embargo, Amaranto tenía otros planes.
“En menos de un segundo, nació Amaranto”, relató Camilo, asombrado por lo veloz que fue todo. El parto fue tan rápido que ninguno de los familiares logró llegar a tiempo para presenciar el nacimiento. “Fue tan rápido que se lo perdió todo el mundo: Índigo que quería estar, mis papás, los papás de Evaluna... toda la familia”, agregó el cantante, dejando claro lo inesperado de la situación.
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Un momento profundamente íntimo
A pesar de la velocidad del parto y la ausencia de la familia, el nacimiento de Amaranto resultó ser un momento profundamente íntimo y significativo para la pareja.
"Solo lo vivimos Amaranto, Evaluna, nuestra partera y yo", afirmó Camilo, enfatizando lo privado y especial que fue ese momento.
Después del parto, Camilo describió lo sucedido como algo surreal.
"Mis manos estaban llenas de sangre y yo las miraba y no lo podía creer", recordó, detallando cómo la experiencia había dejado una huella imborrable en su memoria. Para conmemorar ese momento tan único, la pareja decidió guardar las sábanas cubiertas de sangre, como una forma de inmortalizar "la noche más increíble, escalofriante, mágica y fantástica de nuestras vidas", según el propio Camilo.
Esta experiencia no solo reforzó su vínculo como pareja, sino que también dejó claro que, en momentos de incertidumbre, el instinto y el amor incondicional prevalecen por encima de todo.
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