Un peculiar incidente sorprendió al personal de un centro turístico en Monteverde la noche del viernes 29 de noviembre, ya que inesperado visitante dejó su huella de la manera más sorprendente.
Se trata de un kinkajú, mejor conocido 'martilla' en la región. El ejemplar protagonizó un curioso episodio por que creó un agujero en el techo del establecimiento, todo por satisfacer su apetito con un racimo de bananos.
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La historia quedó registrada en video gracias a la rápida acción del personal de seguridad, quienes apreciaron el ingenioso comportamiento de esta especie nocturna.
El hecho llamó la atención de los visitantes del lugar y de aquellos que se interesan por la conducta de la fauna silvestre en su entorno natural, dado que este tipo de animales sólo habita las selvas tropicales de América; es decir, es endémica de lugares como nuestro país.
¿Cómo ocurrió el inusual robo?
En el video se observa que uno de los miembros del centro turístico fue alertado por ruidos extraños durante su turno. Al investigar el origen del alboroto, se encontró con la martilla mientras rompía las láminas del techo.
El vigilante consiguió documentar el instante exacto en que el animal creaba la abertura para alcanzar su objetivo: un apetecible racimo de bananos digna de saciar su apetito.
¿Qué características tienen las martillas?
El kinkajú, científicamente conocido como Potos flavus, es un mamífero carnívoro perteneciente a la familia de los prociónidos, emparentado con mapaches y coatíes.
Su presencia se extiende desde México hasta Brasil dado que le resulta fácil adaptarse a diversos entornos selváticos. A pesar de su apariencia similar a la de un primate, no tiene parentesco con los monos.
Este ágil animal posee características únicas que lo distinguen de otras especies. Con una longitud corporal menor a los 60 centímetros y una cola prensil casi igual de larga, el kinkajú está perfectamente condicionado para la vida arbórea.
¿Cuáles son los hábitos de las martillas?
Su pelaje denso y aterciopelado varía entre tonos marrones en la espalda o amarillentos en la parte inferior. Esta coloración le permite ser un experto en el arte del camuflaje.
Son nocturnos y pasan la mayor parte de su tiempo en las copas de los árboles. En el día, los espacios que frecuenta son ocupados por las especies de monos, lo que funciona como un equilibrio entre quiénes usan el hábitat. Su dieta es principalmente frugívora aunque también incluye flores, brotes e insectos.
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