Según informes internos desvelados por la CNBC, Elon Musk impuso turnos de doce horas, siete días a la semana. Esto da una media semanal de 84 horas, lo que choca con las ideas de rebajar a cuatro días a la semana las jornadas laborables.
La situación ha dejado imágenes en los que se ve a los trabajadores durmiendo en la oficina. De hecho, el propio dueño aseguró que dormía en su despacho, en el suelo, ante la carga laboral asumida.
Este tipo de comunicaciones se incrementaron desde del viernes 18 de noviembre, cuando hubo más de 1.200 de renuncias como respuesta al ultimátum que lanzó Musk y que concluyó el jueves.
El nuevo propietario dio un margen de 24 horas para prometer entregarse completa e incondicionalmente o bien aceptar una indemnización de tres meses de salario y marcharse.
Redes llenas de memes
Las redes estaban llenas de memes en los que se hace parodia de Twitter bajo el mando de Elon Musk. Publicaron al flamante dueño a lomos del pájaro, convertido en avión humeante mientras los pasajeros se lanzan en paracaídas.
Esas imágenes hicieron referencia a las situaciones que viven el personal de Twitter desde que Musk se puso al frente, están trabajando muchas más horas de lo habitual.
Musk sufrió un agravio con su iniciativa. La opción de la renuncia tuvo mucha acogida entre los ingenieros, muy por encima de los cálculos que había realizado el máximo responsable de la red social.
Entonces abrió, vía tuit, un proceso de reclutamiento de cualquier que supiera “algo de software y programación”.
Continuarán los despidos
Musk consideró correr a más empleados, tras recortar al 50% la plantilla de 7.700 en nómina el día que por 44.000 millones de dólares. A esto hay que sumar los directivos y los trabajadores que emprendieron las protestas por la metodología del dueño.
Este otro recorte, podría concretarse a partir de esta semana, otra maniobra para tratar de rebajar gastos ante los números negativos de la compañía.
Los afectados serían el personal de publicidad y colaboraciones. Estas fuentes indicaron que Musk comunicó a los responsables de esas áreas, Robin Wheeler (marketing y ventas) y Maggie Suniewick (patrocinios), que aplicaran las tijeras. Los dos perdieron su empleo, añadieron esas fuentes citadas por la CNBC.
El personal que sigue está asustado ante la posibilidad de ser despedidos si no cumplen los objetivos impuestos.
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