Sadio Mané, con dos goles, le demostró al Chelsea quién es el vigente campeón en la Premier League en un encuentro que se vino abajo para los Blues con la expulsión de Andreas Christensen y con un error garrafal de Kepa Arrizabalaga (0-2) y en el que debutó el español Thiago Alcántara, cuyo fichaje por el Liverpool se concretó el pasado viernes.
El defensa danés fue expulsado al final de la primera parte, provocando que el Chelsea tuviera que jugar 45 minutos con uno menos, mientras que el portero español dejó sentenciado el encuentro cuando, ya con el 0-1 en el marcador, le regaló el segundo a Mané.
No había completado una mala primera parte el Chelsea, que se limitó a esperar al Liverpool, que controlaba la pelota. Los de Jürgen Klopp disfrutaban de la posesión, pero no llevaban peligro a la meta de Kepa.
El Chelsea estaba cómodo y aprovechaba los contraataques para cargar el juego por la banda izquierda, desde donde arrancaba un participativo Timo Werner.
El alemán tuvo la única ocasión clara para el Chelsea de abrir el marcador, cuando disparó desde la medialuna del área rozando el palo izquierdo de la portería de Alisson Becker.
Se las prometía felices el cuadro de Frank Lampard para la segunda mitad, pero justo antes del intermedio, Christensen derribó a Mané cuando este se iba solo contra la portería de Kepa.
El colegiado Paul Tierney solo le mostró amarilla, pero el VAR determinó que eso tenía que ser tarjeta roja y dejó al Chelsea con un jugador menos.
Con la tarea de aguantar el máximo posible y esperar un milagro a la contra, el Chelsea se encontró con que el Liverpool golpeó nada más salir de los vestuarios.
Klopp movió el banquillo e hizo debutar a Thiago Alcántara, como recambio de Jordan Henderson, y la fórmula funcionó rápidamente.
El tridente de arriba se alineó, Salah y Firmino tiraron una pared, el brasileño centró y Mané apareció en el punto de penalti para rematar de cabeza.
Con el 0-1 parecía todo hecho, porque el Chelsea estaba muy tocado anímicamente, pero Kepa cometió otro error más y lo acabó de sentenciar.
Después de ser criticado la jornada pasada por su error en un disparo desde fuera del área, esta vez, en plena salida de balón, se entretuvo y le acabó entregando la pelota a Mané, que a puerta vacía solo tuvo que empujarla.
El Chelsea estuvo cerca de darle emoción, cuando Thiago derribó a Werner en una internada del alemán dentro del área, pero Alisson le paró la pena máxima a Jorginho y cerró el partido.
El Liverpool suma ya dos triunfos en sus dos primeros partidos y se encarama a la parte alta de la tabla, mientras que el Chelseano prolonga con otra victoria la conseguida el pasado lunes ante el Brighton & Hove Albion.
AM
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