Fernando Soto y su familia se encargan de restaurar réplicas.
Él empezó cerca de los 18 años y pasó un tiempo para que llegara a la Basílica para estar frente a frente con La Negrita, momento que describe como impresionante.
"Mi papá nadamás me dijo que teníamos un trabajo en la Basílica de los Ángeles, y cuando llegué la sorpresa era darle mantenimiento a todos los resplandores", asegura el joyero de la Patrona de Costa Rica.
Fernando y su familia lo hacen todo a mano en un taller heredado por su papá.
- Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de TELEDIARIO; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
-