¿Se imagina morir y saber que su familiar tenía una serie de deudas pendientes que podrían complicar las eventuales herencias de su familia?
Esta en realidad es una muy frecuente entre las familias costarricenses. Así lo revela una investigación de la publicación internacional Our Life Plan.
En el estudio se recogen los principales países donde la gente muere con deudas pendientes, siendo Costa Rica el sexto en promedio por millones de colones.
Como vemos en este gráfico los surcoreanos encabezan la lista con deuda promedio de 350 millones.
Los mexicanos con 268 millones, los húngaros 239 millones, turcos 221 millones, franceses y costarricenses son los que al morir se van con más jaranas.
Ingrid Bermúdez perdió a su esposo hace casi 20 años, pese a que él no dejó deudas ella debió correr para librar una propiedad de un crédito.
En este sentido sin embargo es importante indicar que las deudas son de carácter personal, lo cual quiere decir que no pueden trasladarse a la familia del fallecido de forma directa.
Pero sí podría caer sobre los eventuales activos que esa persona pueda tener: casas, carros, fincas o dinero en efectivo.
Es ahí cuando los expertos recuerdan que las deudas de carácter formal casi siempre tienen un seguro que permite anular la deuda en caso de muerte repentina.
Esa circunstancia no se presenta con las deudas informales o incluso de consumo.
A este punto el mejor consejo que los expertos brindan es cuidar los compromisos que se asumen, y sobre todo valorar las garantías para cumplir que se comprometen.
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