En los último meses, se mostró que los constarricenses redujeron las compras que realizan en bienes y servicios, esto según lo revelaron datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
La explicación, de acuerdo con expertos financieros, puede deberse a dos factores: uno de ellos es el bajo ingreso que perciben los consumidores; y por otro lado, también está la incapacidad de continuar endeudándose para consumir.
Lo anterior se demuestra en las cifras que revelan que, para este segundo trimestre del año, el consumo final de los hogares creció solo 1,9%, mientras que en el mismo periodo del año anterior, se reportó un crecimiento de 4,4%.
En cuanto a las deudas de los ticos, los especialistas afirman que existe un alto nivel de endeudamiento, el cual posee un límite y ya se está alcanzando.
Así lo demuestran los datos obtenidos del Estudio Trimestral de Tarjetas de Crédito y Débito, elaborado por el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), con corte a abril de este año, que indica que la deuda total de los costarricenses en tarjetas de crédito creció 21% comparado con el mismo mes del 2016, esto suma un total de ¢1.098.957 millones. Por lo tanto, los ciudadanos compran menos, y en consecuencia, se frena el crecimiento de la economía.
“Esta situación de endeudamiento es preocupante porque limita la capacidad de pago de las personas, parte de sus ingresos mensuales podrían estar siendo destinado al pago de la deuda lo que reduce su posibilidad de adquirir bienes y servicios o atender una emergencia. En el agregado esto lo que provoca es que el consumo privado en la economía se frene, afectando negativamente al nivel de producción (PIB)”, explicó Luis Diego Herrera, analista económico del Grupo Financiero ACOBO.
Todo esto provoca una especie de bola de nieve en la economía de muchos hogares, principalmente durante este periodo, ya que justamente en los últimos meses las tazas de interesés han aumentado, lo que ocasiona que las deudas se vuelvan más costosas.
Ante tal situación, los analistas recomiendan recurrir a una cultura de ahorro, ya que si las personas cuentan con este recurso pueden consumir sin necesidad de endeudarse. No obstante en nuestro país se muestra una tasa de ahorro respecto al PIB de 16,2%, la cual es relativamente menor a la tasa observada a nivel mundial.
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