En la madrugada del sábado, la zona de Pérez Zeledón se vio sacudida por una serie de tres fuertes temblores, generando alarma en la población y recordando a muchos un terremoto de la misma región ocurrido en el pasado.
Los sismos, con magnitudes que oscilaron entre 4,2 y 5,2 grados, comenzaron a sacudir la zona a las 4:45 a.m.
Los tres tuvieron epicentro en la zona de Altamira, ubicada en el distrito de Rivas.
El primero registró una magnitud de 5,2 grados, seguido de otro a las 6:33 am de 4,4 grados, y finalmente, a las 6:55 am, se produjo el tercero con 4,2 grados de magnitud.
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Los sismógrafos del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) y la Red Sismológica Nacional (RSN) proporcionaron datos en tiempo real a las autoridades y al público en general.
La preocupación radica en la cercanía de estos sismos con la falla Buenavista, una estructura de 11 km que tiene el potencial de generar terremotos de hasta 6,2 grados.
El Laboratorio de Ingeniería Sísmica (LIS) de la Universidad de Costa Rica (UCR) emitió una advertencia sobre la relación entre estos sismos y la falla mencionada.
La falla de Buenavista es conocida por haber generado el terremoto de 6,1 grados que afectó a San Isidro el 3 de julio de 1983, conocido como el "terremoto de Buena Vista de Pérez Zeledón".
Este evento dejó una persona fallecida, casas destruidas y colapsadas en varios barrios, incluyendo Sinaí, Alaska, La Piedra, Buenavista y Palmital. Además, afectó el hospital de San Isidro, dañó cañerías, acueductos y la carretera Interamericana.
En esta ocasión, los temblores se sintieron con fuerza en varias partes del país, incluyendo San José, Alajuela, Heredia y Turrialba, generando preocupación entre la población.
Floribeth Vega, funcionaria del Ovsicori, informó este sábado que se registraron al menos 30 réplicas en los primeros 45 minutos posteriores al sismo de las 4:45 am.
El Laboratorio de Ingeniería Sísmica (LIS) explicó que las réplicas son movimientos de menor magnitud que ocurren en la región epicentral después de un evento principal y se deben a cambios en los esfuerzos provocados por la ruptura del evento principal.
Las autoridades de Costa Rica están monitoreando de cerca la situación y emitiendo de seguridad a la población. En un país que está en una zona sísmica activa, la preparación y la vigilancia son fundamentales para garantizar la seguridad de sus habitantes.
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