Para el 2018, nuestro país tendrá más educadores, pero menos aulas nuevas, a pesar de que el presupuesto del Ministerio de Educación Pública (MEP) crecerá en ¢94 mil millones, en comparación con el 2017.
Esta es una buena noticia para los docentes desempleados, ya que gracias al aumento el MEP contratará más de 2.600 profesionales.
Pero la mala noticia es para la infraestructura de los centros educativos, ya que se reducirá en un 45% las transferencias de dinero a las juntas de educación para la construcción, mantenimiento y adecuación de aulas.
De ¢138.518 millones que recibieron este año, el próximo solo se les transferirán ¢76.000 millones, es decir, poco más de la mitad de lo presupuestado este año .
Según la entidad, está decisión permitirá mejorar la cobertura de idiomas, asignaturas especiales, así como realizar cambios en los horarios y pasar de doble jornada a horario regular.
Sin embargo, Mientras el MEP intenta remediar el problema docente, en el 2018 profundizará el rezago que por 30 años ha tenido la infraestructura educativa del país.
En la entidad aseguran que tomaron acciones para causar el menor impacto posible en la atención de las necesidades de infraestructura de los distintos centros de educación del país, por lo que priorizará la atención de las instituciones educativas.
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