El Día Mundial de la Salud Mental, se celebra anualmente el 10 de octubre y tiene como objetivo concientizar acerca de los problemas de salud mental en todo el mundo.
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en respuesta a su competencia en materia de seguridad y salud en el trabajo y a través del Consejo de Salud Ocupacional, se une a la campaña nacional para sensibilizar a la población sobre este problema de salud pública.
Se busca resaltar la importancia que tiene el trabajo para la persona, tanto para la satisfacción de las necesidades básicas como para su salud y bienestar individual y el de toda la sociedad.
El trabajo es un determinante social de la salud de las personas, según la Organización Mundial de la Salud, los determinantes sociales de la salud (DSS) son aquellas " circunstancias en que las personas nacen, crecen, trabajan, viven y envejecen". “Por tanto el trabajo desde la perspectiva de desarrollo humano da sentido a la vida de las personas, en tanto, les permite desplegar sus capacidades como sujetos activos, productivos y por ende, en su autorrealización y reconocimiento social.”
Cuando el trabajo no es satisfactorio o se afrontan situaciones físicas, materiales, ambientales, organizacionales o psicosociales adversas y prolongadas en el tiempo, que sobrepasan la capacidad de la persona trabajadora para enfrentar las demandas laborales, se genera estrés laboral que puede ocasionar una situación psicoemocional de alerta constante.
Estas situaciones adversas aunadas a los ambientes de trabajo violentos, inseguros o en condiciones precarias, representan varios de los principales riesgos psicosociales de afectación a la salud física y mental del ser humano.
Algunas de las condiciones de trabajo que pueden incidir en la insatisfacción y la aparición de la enfermedad física y mental de la persona trabajadora son fundamentalmente:
a) trabajo precario;
b) trabajo inestable;
c) trabajos con salario reducido o ineficiente para cubrir las necesidades básicas o los ingresos no permiten cubrir los niveles de endeudamiento adquiridos;
d) trabajo con carencia de protección social de los sistemas de salud pública y de riesgos del trabajo;
e) trabajo con características de peligrosidad por su naturaleza;
f) trabajo con actividades de alta demanda cuantitativa, mental y emocional;
g) trabajos que se desarrolla en ambientes violentos y poco empáticos;
h) trabajo con ambigüedad o conflictos de roles;
i) trabajo con factores de riesgo psicosociales no controlados.
Estas características pueden constituir un factor de riesgo y por ende constituirse en una posible causa para romper la estabilidad emocional de las personas trabajadoras que puede desencadenar en un trastorno mental o de comportamiento.
Los datos estadísticos de enfermedades en el trabajo en el año 2021, evidencian un aumento considerable de trastornos mentales y de comportamiento a consecuencia del trabajo (ansiedad, reacción al estrés laboral, depresión entre otros).
Para el año 2020 se reportan 23 casos, mientras que para el año 2021 esta cifra ascendió a 167 personas afectadas en su salud mental producto del trabajo. Se afectaron 117 mujeres y 50 hombres. ( Fuente: CSO. Estadísticas de Salud Ocupacional. 2021)
El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social a través de la Inspección del Trabajo, refiere que durante el año 2021, la mayor cantidad de consultas relacionadas con algún tipo de violencia en el trabajo se relacionan con la discriminación por razón de género relacionado con el despido ilegal y la restricción de derechos de la trabajadora embarazada (449 consultas); en segundo lugar se ubican las consultas por acoso u hostigamiento laboral (137), le sigue el acoso u hostigamiento sexual con 23 y la discriminación por discapacidad, VHI, género u otros con 10 consultas. ( Fuente: Anuario Estadístico MTSS. 2021)
Por otra parte, el Instituto Nacional de Seguros, ha atendido en la red de servicios de salud en el año 2021 un total de 171 casos de afectación a la salud mental por experimentar acoso laboral.
Este riesgo laboral psicosocial es el más frecuente en los últimos cuatro años. Supera las denuncias por estrés laboral, sobrecarga laboral y acoso sexual. (Foro Salud mental de las Mujeres trabajadoras. 2021)
La persona empleadora, y las personas trabajadoras pueden ser agentes de cambio en el ámbito laboral, combatiendo el estigma a la afectación de la salud mental, al identificar y controlar los factores de riesgo laboral de naturaleza psicosocial y al desarrollar programas de promoción de estilos de vida saludables y control de la salud en general.
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