El 1 de agosto de este año, el esposo de una paciente del Hospital San Rafael de Alajuela agredió a un médico, quien requirió ayuda debido al daño emocional que experimentó.
Tras esta situación, y para evitar futuros inconvenientes, el centro médico está en proceso de compra para instalar botones de pánico y cámaras de vigilancia, tanto en pasillos internos como en el perímetro del hospital.
Se espera que los dispositivos de seguridad ya estén instalados en diciembre. El plan consiste en incluir en el presupuesto del 2018 los que no se puedan comprar todavía.
Sin embargo, funcionarios del hospital aseguran que después del altercado se tomaron medidas inmediatas, se reforzó la preparación de oficiales de seguridad y es obligatorio que utilicen los detectores de metales.
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