El Ministerio de Salud de Costa Rica ha emitido un nuevo lineamiento para la vigilancia de la fiebre de Oropouche, una enfermedad viral emergente que ha generado preocupación en la región. Este protocolo tiene como objetivo establecer un procedimiento claro y obligatorio para la identificación, detección y notificación de casos sospechosos de esta virosis, tanto en servicios de salud públicos como privados.
El nuevo lineamiento se centra en la vigilancia epidemiológica, clave para abordar de manera efectiva cualquier posible brote de fiebre de Oropouche en el país.
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Este protocolo establece que todos los servicios de salud, independientemente de si son públicos o privados, deben seguir un proceso riguroso para la identificación de pacientes que presenten síntomas compatibles con la fiebre de Oropouche.
¿Cuáles son los síntomas de la fiebre de Oropouche?
Estos síntomas incluyen fiebre alta (mayor a 38°C), dolor de cabeza intenso, dolor muscular y articular, visión doble, erupciones cutáneas y malestar general. Además, se debe prestar especial atención a aquellos pacientes con un historial de viaje reciente a áreas donde se han reportado casos de fiebre de Oropouche, o que hayan tenido contacto con personas sospechosas o confirmadas de portar el virus.
Obligación de notificación inmediata
Uno de los aspectos más críticos del lineamiento es la obligación de notificación inmediata a las autoridades de salud pública. Los casos sospechosos deben ser reportados dentro de las primeras 24 horas desde su detección, utilizando los formularios oficiales VE-01 y el código CIE-10 U93.0 para registrar los casos sospechosos, probables y confirmados. Esta medida permite una respuesta rápida y coordinada, que incluye la implementación de acciones preventivas y de control para evitar la propagación del virus.
Proceso de descarte
Dado que los síntomas de la fiebre de Oropouche son similares a los de otras enfermedades tropicales como el dengue, zika y chikungunya, el protocolo establece la necesidad de un proceso de descarte exhaustivo. Esto implica la toma de muestras de laboratorio para confirmar o descartar la presencia del virus Oropouche mediante pruebas qRT-PCR. Este enfoque asegura que solo los casos verdaderamente positivos sean tratados como tal.
El Ministerio de Salud ha señalado que el lineamiento para la vigilancia de la fiebre de Oropouche se encuentra en un estado evolutivo, lo que significa que será revisado y actualizado de manera periódica.
Ciclos de transmisión y vectores involucrados
La fiebre de Oropouche es una enfermedad transmitida por vectores, principalmente a través de la picadura del jején (Culicoides paraensis) y, en menor medida, del mosquito Culex quinquefasciatus. El virus presenta dos ciclos de transmisión: uno silvestre, en el que los reservorios incluyen primates, perezosos y roedores, y un ciclo epidémico urbano, donde el virus se transmite principalmente entre humanos a través del vector Cu. paraensis.
El período de incubación del virus varía entre 3 y 12 días, con un promedio de 7 días. La mayoría de los pacientes se recuperan en una semana, aunque en algunos casos, la convalecencia puede prolongarse.
Reportes y situación en América Latina
A nivel regional, la fiebre de Oropouche ha comenzado a captar la atención de las autoridades sanitarias. En Brasil, se han reportado recientemente dos muertes atribuidas a la fiebre de Oropouche y un óbito fetal relacionado con la transmisión vertical del virus. Además, se están investigando varios casos de microcefalia en recién nacidos, lo que ha aumentado la preocupación sobre las posibles consecuencias a largo plazo de la enfermedad.
En Costa Rica, el pasado 14 de agosto se reportó un caso sospechoso en un paciente proveniente de Perú. Sin embargo, este caso fue descartado tras una prueba de PCR.
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