Fallece Samuel, uno de los exsiameses separados en Costa Rica

“Les tenemos la noticia de que Samuel se nos fue al cielo. Hoy está gozando, saltando, cantando y hablando de muchos temas con los Ángeles.Tenemos un profundo dolor", expresaron.

    Así lo confirmó la familia a través de un mensaje.
Costa Rica /

Uno de los exsiameses que fueron separados en Costa Rica, Samuel,  falleció durante la mañana de este viernes. 

Así lo confirmó la familia a través de un mensaje:

“Les tenemos la noticia de que Samuel se nos fue al cielo. Hoy está gozando, saltando, cantando y hablando de muchos temas con los Ángeles.Tenemos un profundo dolor", expresaron. 

A través de redes sociales un sin fin de personas se abocaron para enviar mensajes de apoyo a la familia afectada. 

La historia de Ezequiel y Samuel

El 23 de febrero del 2018, a las 7:35 a. m., inició uno de los procedimientos quirúrgicos más complejos registrados en la medicina pediátrica de Costa Rica: la separación de los primeros siameses costarricenses craneópagos; es decir, unidos por sus cabezas.

La cirugía, que desde los primeros instantes tenía altas probabilidades de fallecimiento para ambos niños, desafió todas las expectativas y se posicionó como una de las intervenciones más exitosas del país y del mundo.

A un año de tal proeza ―en la que lideraron cinco médicos de diversas áreas, todos ellos especialistas graduados de la Universidad de Costa Rica (UCR)―, hoy Samuel y Ezequiel ostentan una calidad de vida nunca antes pensada, la cual derribó temores, preocupaciones e, incluso, las negativas proyecciones de prestigiosos médicos estadounidenses que asesoraron en la compleja operación.

“De los datos que probablemente nadie sabe, es que se consultó con expertos internacionales. La respuesta de ese grupo, que tenía más experiencia con siameses, fue que no eran operables”, relató el Dr. Jaime Cortés Ojeda, docente de la Escuela de Medicina de la UCR y jefe de cirugía del Hospital Nacional de Niños.

Sin embargo, no fue así. Los niños, con tan solo dos años de edad, sobrevivieron cerca de 20 horas en un quirófano en el que intervinieron, en diferentes momentos, alrededor de 100 profesionales de neurocirugía, anestesiología, enfermería; así como técnicos, auxiliares de sala y residentes. Esto sin contar las casi 17 operaciones previas y posteriores a la separación, que superaron exitosamente. De modo que, si hablamos de guerreros, Ezequiel y Samuel son un ejemplo claro de lo que es aferrarse a la vida.

“Se pensó, en un momento, que fueran operados en el exterior, pero eso implicaba que la familia tuviera que trasladarse a vivir a los Estados Unidos por un año. Eso constituía un gran costo económico, no solo en estadía, sino también porque no era solamente separarlos. Había que hacer el seguimiento y las curaciones. Para que tenga una idea, los niños ahora son vistos por 15 especialistas distintos de audiología, cardiología, psicología y neurología, entre otros”, dijo el Dr. Cortés.

Si los niños se hubiesen operado en los Estados Unidos, el costo del procedimiento ascendería los $200 000, un monto elevado y casi inaccesible para una familia costarricense promedio. Esto, sin contemplar los cuidados posteriores y la atención continua que reciben actualmente. Evelyn Badilla Hernández y Stallin Núñez Morantes, padres de los niños, no eran la excepción.

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