Los deslizamientos o fallas de taludes en carreteras de zonas montañosas costarricenses son habituales en época de lluvias, sin embargo, para los especialistas en geotecnia, estos eventos se pueden prevenir si se obtuviera mayor y mejor información acerca de los terrenos sobre los cuales se construyen las rutas.
Según la Asociación Nacional de Geotecnia, dos de cada 10 kilómetros de la red vial costarricense son de lastre. Gran parte de esas rutas cruzan por zonas montañosas, por ello, especialistas nacionales e internacionales se reunirán en septiembre para analizar la realidad vial costarricense y discutir sobre una estrategia nacional para la construcción de nuevas carreteras.
Esta entidad no gubernamental, adscrita al Colegio de Ingenieros, considera que el país no tiene tecnología de punta que permita identificar los riesgos reales al construir una carretera, que posteriormente, representa gastos elevados en arreglos y mantenimiento de las vías, lo que deja a los usuarios de esas vías como los principales afectados.
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