Las elecciones presidenciales en Estados Unidos (USA) que se celebran este martes 5 de noviembre, marcarán un hito para el futuro mundial. Desde el plano financiero, político e incluso social, los norteamericanos darán un gran paso sin importar el candidato que se decanten: Donald Trump o Kamala Harris.
Costa Rica no está exenta de ser influenciada por lo que decidan los americanos, ya que USA es el principal socio comercial nacional. Por ello, las políticas exteriores entre ambas naciones incidirían de forma directa en el apartado económico del país.
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¿Qué se puede esperar de los candidatos?
Los dos postulantes, con ideologías muy distintas, pretenden implementar medidas que generarían efectos a nivel macroeconómico costarricense. De forma general, ambos bandos presentan enfoques proteccionistas al promover y proteger su industria e imponer más restricciones a otros países.
"Dentro de las propuestas económicas, si lo consideramos en términos generales, en realidad las dos propuestas siguen apostando por un aumento en el proteccionismo de la economía propiamente interna de Estados Unidos. Ante esto, sí hay algunas diferencias en las magnitudes", indicó el Grupo Financiero Mercado de Valores.
En paralelo, la entidad considera que otro punto vital será el manejo que hagan con respecto a las inversiones, lo que incidiría en la apreciación paulatina de los activos financieros.
"Será crucial el efecto total de las políticas públicas de ambas campañas sobre la inflación, ya que influirá en las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal (FED). Si la implementación de las medidas es rápida, se podría ver mayor cautela de la FED en la reducción de tasas de interés", aseguró la institución.
¿Cuáles propuestas de Trump afectarían a Costa Rica?
De acuerdo con el Grupo Financiero Mercado de Valores, estas son las propuestas que llaman más la atención de la agrupación que representa Donald Trumpo, el Partido Republicano.
- Arancel del 10% a importaciones y 60% a productos chinos
Los republicanos quieren poner un impuesto del 10% a todos los productos que Estados Unidos importe de otros países. Para los productos hechos en China, este impuesto sería aún más alto, del 60%.
Para Costa Rica, esto significaría hasta $800 millones en nuevos aranceles. Los productores entonces deberán tomar una decisión: Asumir el costo extra o trasladarlo a los consumidores al subir sus precios para compensar, lo cual afectaría los precios para los consumidores en el mercado de Estados Unidos.
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- Mantener y hacer permanentes beneficios fiscales
Por otro lado, Trump y cía. planean continuar con los recortes de impuestos que se dieron con la Ley de Recortes de Impuestos y Creación de Empleo (TCJA) de 2017. Esta iniciativa reduce las deducciones y depreciaciones de bienes; disminuye gastos y aumenta los créditos tributarios de forma provisional.
Ahora, proponen que esos beneficios se mantengan para siempre, no solo por algunos años. Esto ayudaría a quienes ya están acostumbrados a pagar menos en impuestos, por lo que se ahorraría más dinero año tras año.
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- Reducir impuestos corporativos al 15%
Aunado a esto, el Partido Republicano propone bajar la tasa de impuestos que pagan las empresas en Estados Unidos del 21% actual al 15%. Esto permitiría, en teoría, que el territorio americano sea más atractivo para invertir.
Así, si grandes compañías como Amazon, Intel, Microsoft o Citi que operan en Costa Rica pagan menos aranceles, tendrían más dinero para gastar en otras cosas como generar más trabajos. Sin embargo, esta idea no es nada más que un 'supuesto' hipotético en demasía.
¿Cuáles propuestas de Kamala afectarían a Costa Rica?
A priori, los proyectos de Kamala Harris y el Partido demócrata coinciden en fin mas discrepan en el método con respecto a su contraparte según el Grupo Financiero Mercado de Valores. Lo más relevante es su énfasis en debilitar a los sectores con más capacidad adquisitiva.
- Mantenimiento de políticas proteccionistas sin nuevos aranceles
Los demócratas continuarían con las políticas que protegen a las empresas estadounidenses frente a la competencia internacional. Esto significa que mantendrán algunas medidas para apoyar a los productos fabricados en Estados Unidos y ayudar a que las empresas locales sigan fuertes.
Este enfoque quiere asegurar que las corporaciones estadounidenses no tengan que competir en desventaja con productos extranjeros más baratos. De este modo, priorizan resguardar los empleos y la economía local al hacer que los productos hechos en su país cuenten con mayor oportunidad en el mercado.
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- Aumento del impuesto sobre la renta para las personas con ingresos altos
El Partido Demócrata planea conservar algunas de las ventajas fiscales de la Ley de Recortes de Impuestos y Creación de Empleo (TCJA), pero con una serie de ajustes al incrementar los cobros en las personas y empresas más acaudaladas.
Proponen subir la tasa máxima de impuesto sobre la renta, pasando del 37% actual al 39.6%. Este cambio afectaría principalmente a quienes tienen ingresos más altos al intentar que quienes ganen más contribuyan más. A raíz de esto, las organizaciones estadounidenses empleadoras se verían afectadas.
- Aumento de impuestos corporativos al 28%
Los demócratas quieren subir el arancel que cancelan las compañías grandes y multinacionales (como por ejemplo, las que están en Costa Rica) al aumentar la tasa al 28%. Esto significa que las empresas tendrían que contribuir más al gobierno en comparación con la tasa actual.
Con este cambio, Harris y su séquito consideran que USA lograría más ingresos sin afectar a los trabajadores de manera directa. No obstante, la iniciativa parte de la premisa de que las empresas evitarían recortar personal.
- Aumento del impuesto a ganancias de capital para grandes inversiones
Asimismo, los socioliberales buscar elevar el impuesto a las ganancias de capital, pero sólo para las inversiones grandes y a largo plazo. Subirían la tasa al 33%, lo que significa que quienes reporten réditos considerables.
Ante esto, pagarán un porcentaje mayor al vender sus inversiones y obtener beneficios. Este cambio está pensado para recaudar más de quienes realizan grandes inversiones y hacer el sistema fiscal más equilibrado; pero, sería otra medida más que atacaría las arcas de los empleadores transnacionales.
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