Educación sexual en casa: ¿qué hablar según la edad?

Padres tienen la responsabilidad de preparar a los hijos para la vida adulta.

    Foto: Educación sexual en casa.
Costa Rica /

Hasta hace muy poco, la sexualidad era un tema tabú en la mayoría de nuestras casas, y en muchas aún sigue siéndolo. Sin embargo, como padres, existe la responsabilidad de preparar a los hijos para la vida adulta y educarles en todos los aspectos, por lo que la sexualidad no debe ser una excepción. 

Hablar de sexualidad con tus hijos pequeños

Durante la infancia, la mayoría de las veces, es suficiente con contestar correctamente y con naturalidad a las preguntas que les surjan sobre su cuerpo y sexualidad. 

  • De los 2 años en adelante

Aproximadamente a los 2 años, los niños descubren sus genitales y, a partir de los 5 o 6 años, empiezan a diferenciarse entre ellos. En general, su curiosidad está completamente desexualizada y es más bien biológica.

Cuando charles con tus hijos pequeños sobre sexualidad, evita andarte por las ramas y habla con naturalidad, llamando a cada cosa por su nombre y sin entrar en demasiados detalles, ya que no lo necesitan todavía. 

Los niños no tienen por qué alcanzar a entender lo que significa el sexo ni física ni moralmente. 

Si no sabes por dónde empezar, quizás algún libro ilustrado pueda ayudarte y servir de guion. Podéis leerlo juntos y dejar que surjan espontáneamente las preguntas.

  • De los 8 años de edad en adelante

Sobre los 8 o 10 años, los niños y niñas ya estudian el aparato reproductivo en el colegio y suele ser el principio de una gran curiosidad. 

Es el momento de tener con ellos una charla mucho más profunda sobre educación afectivo-sexual, explicando bien los cambios que ya experimenta y va a seguir experimentando su cuerpo, en qué consisten las relaciones sexuales física y emocionalmente, y dejando claro que el sexo es algo que practican los adultos de forma libre y consentida.

A priori, podemos pensar que es demasiado pronto para hablar con ellos sobre sexo porque los vemos aún inmaduros, pero es mucho mejor una educación temprana y paulatina que dejar que pase el tiempo sin afrontar esta conversación

Si en casa y de forma guiada no saciamos su curiosidad, es muy probable que acudan a internet para resolver sus dudas, y todavía no están preparados para filtrar la información. Aun así, si no ves a tu hijo o hija demasiado receptivo, prueba a tener pequeñas charlas sobre sexualidad de vez en cuando en lugar de condensarlo todo en una sola charla.

El momento más adecuado para hablar de sexualidad: preadolescencia y adolescencia

La adolescencia es el momento de entrar en detalles porque están preparados para entender bien las cosas y porque además sienten curiosidad por todo lo relacionado con el sexo. Pero, sobre todo, es el momento clave para que entiendan correctamente la sexualidad y la afronten sin riesgos.

Es cierto que, al mismo tiempo, están en una etapa de su vida en la que les cuesta escuchar (sobre todo a sus padres) y puede que sientan que estamos invadiendo su intimidad. Mano izquierda, paciencia y naturalidad. ¡Go!

El mejor consejo es que no esperes a que sea demasiado tarde para abordar el tema

El o la adolescente que tienes en casa sabe más cosas sobre sexualidad de las que te imaginas, así que, antes de que siga distorsionando la realidad con mitos e información que ve y lee en internet y lo que le cuentan sus amigos, toma los mandos y ayúdale a aterrizar en la realidad del sexo.

Para que “la charlita” sea del todo eficaz, deberemos abordar dos aspectos muy distintos, aunque complementarios, de la sexualidad. Por un lado, la parte afectiva y, por el otro, la parte más práctica del sexo.


  • Parte afectiva

Es fundamental que tus hijos entiendan que el sexo debe estar basado siempre en el respeto y en la tolerancia, no solo hacia el otro, sino también hacia sí mismos. 

Es importante que interioricen que el sexo debe ser algo consentido y que nunca deben sentirse forzados a hacer algo que no quieran. 

Deben comprender que son libres de elegir cuándo, cómo y con quién y que no han de sentirse acomplejados por su cuerpo. Parece sencillo, pero en realidad, es lo más complicado para un adolescente lleno de miedos e inseguridades.


  • Parte práctica

Es fundamental ayudar a nuestros hijos a manejarse con soltura con los métodos anticonceptivos y a comprender su importancia, no solo para evitar embarazos sino también para protegerse contra las infecciones de transmisión sexual. 

La pornografía está muy lejos de la realidad, pero ellos aún no lo saben:

La mayoría de los adolescentes tienen un acceso muy fácil y temprano al porno. De hecho, muchas veces no lo buscan directamente, pero se lo encuentran.

Procura que tus hijos entiendan que el porno es ficción y que lo que se ve en la pantalla es un producto creado por actores con un guión, una dirección y una posproducción muy elaborada. Todo muy alejado de lo que ocurre en la realidad. 

La pornografía no debe ser algo prohibido, pero la forma en que se proyectan las relaciones sexuales puede ser dañina para un adolescente que está formando su visión. 

Es importante que los hijos sean conscientes de que deben cuidar la privacidad de su cuerpo y de los riesgos que pueden suponer las redes sociales si no se utilizan correctamente. Hablar de esto también es educar.

Las claves para hablar de sexualidad con tus hijos:

  • No esperes a que sea demasiado tarde y tu hijo o hija ya maneje demasiada información confusa.
  • Escoge el momento oportuno, aprovecha los instantes de complicidad en los que no vaya a haber interrupciones.
  • No interrogués a tu hijo para que no se sienta atacado y se cierre como una ostra.
  • Habla del tema con naturalidad y sin tapujos.
  • Mantén la mente abierta, en la conversación pueden surgir cuestiones que no esperabas oír.
  • Sé tolerante, quizás tu hijo o hija necesita hablar de su identidad sexual y aprovecha este momento para sacar el tema.
  • El respeto debe ser el eje sobre el que giren sus relaciones sexuales siempre, y es fundamental que le ayudes a entenderlo.
  • Además de explicar a tus hijos la parte más emocional de la sexualidad, es imprescindible que les ofrezcas instrucciones precisas para practicar sexo seguro.

¿Y si sabes que tu hijo ya ha tenido relaciones sexuales?

Si sospechas o sabes que tu hijo o hija ya ha mantenido relaciones sexuales y no has encontrado aún el momento de mantener una charla sobre sexualidad con él o ella, lo ideal sería no demorarlo. 

Independientemente de que sientas que no está preparada o preparado para tener una vida sexual activa, asegúrate de que entiende que el respeto es clave en las relaciones sexuales y que siempre deben ser motivo de placer y consentidas. 

Explícale bien cómo debe ser una relación sexual sana y cuéntale la importancia de tomar precauciones para evitar cualquier ETS o ITS y un embarazo no deseado.

Así le ayudarás a sentar las bases de una sexualidad libre, informada, respetuosa y sana. 

Recuerda que la educación sexual es un proceso continuo, y es fundamental estar presentes y disponibles para resolver sus dudas y acompañarlos en el camino hacia una sexualidad responsable y plena.


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