Las enfermedades mentales suelen ser silenciosas, las personas se pueden ver bien, pero no estarlo, muchas veces estan sufiendo en silencio.
Todos pueden padecer de estas enfermedades, desde los más pequeños a los adultos mayores.
Es por es que cada 2 de febrero, se celebra el Día Mundial del Bienestar Mental para Adolescentes. Esto para sensibilizar a la población acerca de los problemas de salud mental que afrontan los adolescentes, así como desestigmatizar este tipo de trastornos y ofrecerles apoyo.
La creación de esta efeméride en el 2020 fue por la iniciativa de The Hollister Confidence Project.
¿Cuáles son los trastornos de salud mental más comunes en adolescentes?
La adolescencia es una etapa del desarrollo humano fundamental para la formación de hábitos sociales y emocionales que impactan en el bienestar mental del individuo.
Al respecto, diversos estudios y estadísticas sostienen que uno de cada cinco adolescentes presenta una afección de salud mental.
Algunos de los trastornos de salud mental más comunes en los adolescentes son los siguientes:
- Ansiedad.
- Alteración del estado de ánimo.
- Déficit de atención y otros trastornos del comportamiento.
- Trastornos de la alimentación (anorexia, bulimia).
- Suicidio.
- Depresión.
- Conductas de riesgo: consumo de sustancias estupefacientes, prácticas sexuales de riesgo.
- Comportamientos de autolesión: cortarse o quemarse la piel.
¿Cómo saber cuando mi hijo necesita ayuda?
Para muchos padres de familia o encargados de los jovenes suele ser una situación complicada, y muchas veces no saben cual es el punto ideal para intervenir.
Los padres son los que mejor conocen a sus hijos, es por eso que se dan cuenta que algo sucede, ese es el momento de intervenir, cuando el pequeño se observa decaido, con cambios radicales de humor, cambio en los hábitos alimetarios y uno de los más importantes, si presentan problemas de sueño.
¿Cómo ayudar a un adolescente con un transtorno mental?
Extisten varias formas de ayudar a los menores, algunas de ellas son:
- Fomentar una buena convivencia familiar en la que los padres les ayuden a descubrir las situaciones que vivirán en los años sucesivos. La comunicación, por lo tanto, es clave.
- Mantener los límites, a pesar de que los adolescentes cada vez tienen mayor libertad, no hay que olvidarse de marcar unas limitaciones que les ayuden a adaptarse a cada etapa.
- Cuidar horarios, rutinas y alimentación. La rutina ofrece estabilidad a niños y adolescentes, ya que de ese modo aprenderán a planificarse, tanto en su día a día como sus propias ideas. De igual modo, cuidar la alimentación es, si cabe, más importante en estas etapas de desarrollo.
- Descanso y tecnología. Fomentar un correcto descanso y evitar que pasen demasiado tiempo frente a pantallas también les ayudará a desarrollarse saludablemente.
- Bucar ayuda con profesionales, muchas veces los consejos que se siguen en casa no son suficiente, es por eso que ir a cita con un psicólogo y un psiquiatra es una mejor opción.
Con la salud mental no se juega, por hay que estar atentos de los jóvenes y ayudarles si es necesario.
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