Tras de empezar en la Cruz Roja como voluntaria hace ocho años, la vida de Jenny Jiménez ha cambiado para siempre luego de presenciar el fallecimiento de un bebé de 9 meses por asfixia.
Pese a que siempre es un duró golpe declarar personas fallecidas, este incidente en particular impulsó a la joven cruzrojista a seguir salvando vidas.
"Siempre tengo la fe de que la persona salga de esa situación, aunque el subconsciente indique que no será así", comenta Jenny que hoy trabaja en el Cómite Central en San José.
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