La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) inició, este lunes, la aplicación de anticuerpos equinos a pacientes con COVID-19, informó el presidente ejecutivo, Román Macaya.
Se trata del “Estudio clínico aleatorizado, controlado, doble ciego, multicéntrico para comparar la eficacia y seguridad de la administración de dos formulaciones de inmunoglobulinas equinas anti SARS-CoV-2 (“S” y “M”) en pacientes hospitalizados con COVID-19 (SECR-01)”, aprobado por el Comité Ético Científico Central de la CCSS, y además fue declarado proyecto especial y de interés institucional por la Junta Directiva el pasado 20 de agosto.
El titular destacó que el procedimiento, en su fase de investigación, comenzará con 26 pacientes hospitalizados que deberán firmar un consentimiento informado.
Se aplicará en cuatro centros médicos: San Juan de Dios, México, Rafael Ángel Calderón Guardia y el Centro de Atención Especializada de Pacientes Covid-19 (CEACO). Este lunes se aplicó a dos hombres y dos mujeres, con edades de 43, 66, 67 y 77.
El tiempo estimado de reclutamiento de los pacientes es variable y depende del cumplimiento criterios de inclusión y ausencia de criterios exclusión, se espera en una semana tener la mayoría de los participantes establecidos en el protocolo.
Macaya explicó que en pocas semanas se podrá conocer los primeros resultados ya que esta es una enfermedad aguda.
Según indicó estos anticuerpos pueden inhibir el SARS-CoV-2 antes de que cause secuelas, “no vamos a evitar las hospitalizaciones porque esto no es un tratamiento ambulatorio, se le aplicará los pacientes que recién ingresen al hospital para tratar de frenar la evolución de las secuelas por el virus para que no lleguen a las unidades de cuidados intensivos”.
El jerarca indicó que de resultar efectivo este procedimiento se podría bajar la mortalidad y disminuir el porcentaje de pacientes que ingresan a cuidados intensivos lo cual permitiría rotar más las camas.
Destacó que tener un tratamiento propio, desarrollado por científicos costarricenses es esperanzador y esta etapa de pruebas clínicas realmente además de histórico, “nos llena de optimismo”.
“Comenzar a darle una infusión a un paciente covid-19 de un tratamiento desarrollado en Costa Rica en pocos meses demuestra la gran capacidad del capital humano con el que cuenta el país, la gran institución que es la Universidad de Costa Rica y obviamente la Caja Costarricense de Seguro Social, este es un trabajo conjunto”, afirmó el jerarca.
Anticuerpos equinos pueden inhibir SARS-CoV-2
Las dos formulaciones de anticuerpos equinos desarrollado por el Clodomiro Picado son capaces de inhibir el SARS-CoV-2, según lo revelaron los análisis realizados en el laboratorio de nivel 3 de la Universidad de George Mason de los Estados Unidos.
El tratamiento se realizó a partir de la inoculación de varias proteínas del virus a seis caballos. En total, a los equinos se les inyectó cuatro veces con una separación de dos semanas entre cada inoculación.
El doctor Macaya explicó que cada vez que se inyecta un caballo se genera más reacción inmunológica, más anticuerpos, “ya para la cuarta inoculación estos caballos son fábricas caminantes de anticuerpos anti SARS-CoV-2”.
El siguiente paso fue la aplicación del tratamiento bajo un protocolo de investigación biomédica aprobado por el Comité Ético Científico Central de la CCSS. Posteriormente se registró ante el Consejo Nacional de Investigaciones en Salud (CONIS).
Según el protocolo se aplicará un frasco por paciente y se probarán dos fórmulas de anticuerpos de caballo. Se va a comparar si hay alguna diferencia en la respuesta clínica de los pacientes.
Si el tratamiento es efectivo en los pacientes covid-19 se iniciará la producción a escala en el Instituto Clodomiro Picado.
Para el presidente ejecutivo, este proyecto es muy pragmático ya que para escalar sólo se requiere de más caballos, “no hay que construir una nueva fábrica sofisticada” y comentó que ya se tiene contemplado el escalamiento a 30 caballos, “eso generaría 25 mil frascos por año”.
Según expresó el jerarca, en las siguientes semanas serán muchos más pacientes covid-19, ya superamos los 40 mil casos acumulados, de ese total, más o menos el 6 por ciento serán hospitalizados, “ese es el universo de pacientes que tenemos que tratar con estas terapias”, aseveró.
Frenar el virus lo antes posible
Los anticuerpos equinos están dirigidos al SARS-CoV-2, van a tratar de inhabilitarlo, que no pueda ingresar a una célula humana y así romper, digamos, la evolución de secuelas que causa este virus”, detalló el presidente ejecutivo.
El objetivo es frenar la evolución de las secuelas. “Estamos hablando de un tratamiento para contener el avance a deterioro crítico de las personas y también evitar secuelas posteriores”, dijo Macaya con optimismo.
Macaya pormenorizó que SARS-CoV-2 causa insuficiencia respiratoria, insuficiencia renal, falla multiorgánica, coágulos de sangre, trombosis, infartos, derrame cerebral, “todo esto por un único virus, o sea, está afectando a muchos sistemas del organismo”.
Llamó la atención en que llega un punto en el cual el SARS-CoV-2 causa daño, genera las secuelas y desaparece, pero la persona todavía se puede morir por esas secuelas. “Hemos perdido pacientes que ya eran negativos para el virus, pero ya estaban en la UCI, peleando por la insuficiencia respiratoria, la insuficiencia renal y la tormenta de citoquinas, o sea, todo lo que desencadenó el virus” manifestó el jerarca.
El doctor Macaya refirió que el tratamiento busca frenar el virus lo antes posible, por eso los pacientes deberán recibir el tratamiento cuando ingresan al hospital en condición moderada, “no queremos que evolucionen sus secuelas porque más adelante puede ser muy tarde. Estos anticuerpos están diseñados para neutralizar el culpable, el virus, pero si ya hizo el daño, ya eso no va a ser reversible”.
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