En un giro inesperado, el Ministerio de Salud de Costa Rica ha confirmado la presencia de hidrocarburos en el agua del acueducto municipal de Turrialba, específicamente en el sistema de Río Claro.
Este descubrimiento ha generado preocupación y ha desencadenado una serie de medidas de emergencia para salvaguardar la salud de los habitantes de la zona.
Las partículas de hidrocarburo detectadas, clasificadas en los rangos C16-C34 y C34-C50, son comúnmente asociadas con productos como aceites, lubricantes, grasas y ciertos tipos de combustibles.
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Este tipo de contaminación en el suministro de agua es considerado inusual y plantea interrogantes sobre su origen y cómo ha afectado la calidad del agua para consumo humano.
Ante esta situación, el Ministerio de Salud ha emitido directrices claras para el uso del agua suministrada por este acueducto. Hasta que se determine que el líquido es completamente seguro, se aconseja a la población que solo lo utilice para lavarse las manos y para actividades de aseo personal, desaconsejando su consumo directo y su uso en la preparación de alimentos.
Para abordar esta emergencia, se ha instado a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) a realizar una investigación exhaustiva para identificar la fuente y la causa de esta contaminación.
Simultáneamente, se ha girado una orden a la Municipalidad de Turrialba para que distribuya agua potable mediante camiones cisterna a todas las personas afectadas, asegurando así el acceso a agua segura.
Como medida preventiva, se ha solicitado a la municipalidad implementar un plan de muestreo del agua cada 24 horas, llevado a cabo por un laboratorio acreditado, con el fin de monitorear la evolución de la situación y garantizar la seguridad de la población. Este enfoque proactivo busca minimizar los riesgos asociados con la contaminación del suministro de agua.
Este incidente se produce en medio de una reciente crisis hídrica experimentada por más de 100,000 habitantes en otras zonas del país, donde la presencia de xileno en el agua generó una alerta sanitaria.
La Municipalidad de Turrialba asume ahora la responsabilidad de distribuir agua potable y gestionar esta nueva contingencia, destacando la importancia de abordar con prontitud las crisis ambientales para proteger la salud pública.
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