El último miembro de la comunidad judía de Afganistán ya se retiró del país. Zebulon Simentov vivió y se mantuvo la única sinagoga en Kabul pero, abandonó el país llevándose con el 30, entre ellas mujeres y niños.
Él tenía más de 60 años en el sitio, por lo que presenció el gobierno de los talibanes entre 1996 y 2001.
A Simentov se le atribuye haber ayudado a salvar a niños al negarse a dejarlos atrás en Afganistán.
El hombre ha llamado mucho la atención de los medios de comunicación al ser el último judío que quedaba en Afganistán y por negarse a abandonar el país en múltiples ocasiones aun cuando su esposa e hijos habían partido a Israel.
Zebulon y otras 30 personas viajaron en camioneta y negociaron con puestos de control de los talibanes antes de ingresar a "un país vecino".
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