El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, pidió este martes a la comunidad internacional ayuda financiera para cubrir un futuro déficit presupuestario de 38.000 millones de dólares, causado por la invasión rusa de su país, donde prosiguen los combates en el sur y el este del territorio, especialmente en Bajmut.
En un discurso por video, Zelenski pidió a los participantes de una conferencia sobre la reconstrucción de Ucrania en Berlín que tomaran "una decisión para llenar el agujero del déficit del presupuesto ucraniano" de 2023.
"Es una suma muy importante de 38.000 millones de dólares [...], son los sueldos de los profesores, de los médicos, son prestaciones sociales, pensiones", dijo.
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, advirtió el martes que "Rusia estaría cometiendo un error increíblemente grave si usara un arma nuclear táctica", en momentos que Moscú acusa a Ucrania de preparar una "bomba sucia", algo que Kiev rechaza.
Rusia insistió el martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU que Ucrania tiene "capacidad" y "motivos" para utilizar una bomba sucia, que consiste en un explosivo que dispersa material radiactivo.
Ante ello, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, calificó las acusaciones rusas como una táctica clásica de Moscú.
"Rusia sigue acusando falsamente a Ucrania de fabricar una bomba sucia. Esto es absurdo: ¿por qué iba a utilizar Ucrania una bomba sucia en los territorios que quiere liberar?", declaró Jens Stoltenberg a la AFP-TV.
- Nuevo plan Marshal -
A su vez, el jefe del gobierno alemán, Olaf Scholz, manifestó que la reconstrucción de Ucrania iba ser una "tarea generacional" y que debía empezar de inmediato.
"Lo que está en juego es nada menos que la creación de un nuevo Plan Marshall para el siglo XXI", afirmó en una cita en Berlín para discutir la ayuda a Ucrania.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo en la cita que "el Banco Mundial calcula que el coste de los daños será de 350.000 millones de euros [345.000 millones de dólares], y esto es más de lo que un país o una unión puede aportar por sí solo. Necesitamos a todo el mundo".
Desde el 10 de octubre la capital ucraniana ha sido bombardeada por misiles y drones rusos de fabricación iraní, que apuntaron sobre todo hacia infraestructuras energéticas, causando una decena de muertos.
Esta serie de bombardeos llevó al operador nacional Ukrenergo a imponer "restricciones al consumo de energía en todas las regiones", indicó.
En medio de las dificultades energéticas, Zelenski llamó la noche del martes al nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, para reafirmar los nexos
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Dijo en Twitter que los dos "acordaron escribir un nuevo capítulo en las relaciones Ucrania-Reino Unido".
- Civiles muertos en Bajmut -
En el terreno, tras ocho meses de conflictos, los combates siguen causando estragos, principalmente en Bajmut, una localidad de la región de Donetsk en el este de Ucrania, que el ejército ruso intenta conquistar.
En esa ciudad, al menos siete civiles murieron y tres resultaron heridos el lunes, indicó el martes el gobernador regional Pavlo Kyrylenko en Telegram.
También se descubrieron tres cadáveres de civiles en dos localidades de la región, informó el gobernador Pavlo Kyrylenko.
Este martes, en un barrio residencial de Bajmut había manchas de sangre en el suelo, después de lo que los habitantes describieron como un mortífero ataque, ocurrido la víspera.
"Aquí encontré un cuerpo sin cabeza. Estoy conmocionado", declaró Sergii, de 58 años, quien prefirió no decir su apellido. "Era un hombre. Simplemente estaba caminando por la calle", agregó.
Por la mañana, varias humaredas emanaban de la ciudad, observaron periodistas de la AFP.
"Hubo avances por la noche, pero no podemos dar detalles de momento. La situación es complicada", declaró a la AFP, pidiendo el anonimato, un soldado ucraniano implicado en la defensa del municipio.
En la región de Jersón, en el sur de Ucrania, frente al avance de las fuerzas de Kiev, este martes continuó la evacuación de civiles, según las autoridades prorrusas.
"Hasta el 24 de octubre, 22.367 habitantes de la región de Jersón fueron trasladados a la margen izquierda del [río] Dniéper", informó la administración de ocupación prorrusa, que afirmó "prever" que "unas 50.000 personas" abandonarán la zona "en un futuro cercano".
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