Una trágica muerte ha conmocionado a Nápoles, Italia, después de que una turista de 30 años falleciera al ser golpeada por una estatua que cayó desde un balcón mientras caminaba por el centro de la ciudad.
El incidente, que sigue bajo investigación, ocurrió el pasado 15 de septiembre y que se dio a conocer internacionalmente este 20 de septiembre, ha generado un profundo dolor tanto en su familia como en la comunidad local.
La víctima fue identificada como Chiara Jaconis, una diseñadora de moda originaria de Padua.
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Según informó el diario Corriere della Sera, Jaconis estaba paseando con su novio, Livio Rousseau, por las pintorescas calles del centro histórico de Nápoles cuando sucedió el fatal accidente.
La pareja disfrutaba de un último paseo antes de regresar a casa, ya que Livio le había regalado este viaje por su cumpleaños número 30.
El accidente tuvo lugar en la calle Sant’Anna di Palazzo, alrededor de las 10:45 de la mañana, hora local.
Mientras caminaban y admiraban las coloridas casas de la zona, la estatua cayó desde lo alto de un edificio y golpeó directamente la cabeza de Chiara.
Al principio, Livio creyó que su pareja solo se había desmayado, pero al notar la cantidad de sangre, llamó de inmediato a los servicios de emergencia.
Jaconis fue trasladada inicialmente al hospital Vecchio Pellegrini, donde los médicos lograron estabilizarla.
Posteriormente, fue llevada al Ospedale del Mare, donde se le practicó una delicada operación de neurocirugía para reducir la presión intracraneal causada por la hemorragia.
Aunque la cirugía fue exitosa, su estado de salud empeoró rápidamente en los días siguientes, hasta que falleció el 17 de septiembre.
¿Cómo reaccionó la familia de la joven turista?
El trágico suceso ha generado una profunda tristeza en su familia. Los padres de Chiara viajaron de inmediato a Nápoles tras enterarse del accidente, pero llegaron demasiado tarde para despedirse de su hija.
"Si esa estatua le hubiera caído en cualquier otra parte del cuerpo, podría haber sobrevivido", lamentó su padre entre lágrimas.
El alcalde de Nápoles, Gaetano Manfredi, también expresó sus condolencias por la tragedia:
"La noticia del fallecimiento de Chiara nos causa un gran dolor. Nos unimos en solidaridad con su familia en estos momentos tan difíciles", aseveró.
La Policía, junto con la Fiscalía de Nápoles, ha estado investigando las circunstancias que llevaron a la caída de la estatua.
Gracias a las grabaciones de cámaras de seguridad y a los testimonios de los residentes, las primeras hipótesis apuntan a que unos niños que viven en el edificio fueron quienes movieron la estatua, lo que provocó que cayera al vacío.
Ante este hallazgo, el caso pasó de ser una simple negligencia a un posible homicidio involuntario.
Además, las autoridades han iniciado una investigación paralela sobre los padres de los menores implicados y la niñera que supuestamente los cuidaba en el momento del accidente.
En su declaración, los padres afirmaron que nunca antes habían visto la estatua, la cual, según los informes, era una pesada figura de ónix negro.
Chiara Jaconis había estado viviendo en París durante los últimos seis años, tras haber completado una destacada formación académica.
Se graduó en Administración de Empresas en la Universidad Ca’ Foscari de Venecia y realizó estudios de posgrado en moda en Londres, Turín y París.
A lo largo de su carrera, trabajó para reconocidas marcas de lujo como Moncler, Givenchy y Christian Louboutin, y más recientemente, estaba colaborando con Prada.
Su prometedora carrera y su vida se vieron truncadas por un desafortunado accidente que aún deja muchas preguntas por responder.
Mientras tanto, su familia y seres queridos continúan buscando respuestas y justicia en medio de esta dolorosa pérdida.
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