Jailah Silguero era prima de Jayce Carmelo Luevanos, mientras que Annabelle Guadalupe Rodríguez era prima de Jackie Cazares. Los cuatro tomaban clases en el salón de la escuela Robb de Uvalde, Texas, donde este martes irrumpió un pistolero de 18 años que portaba un rifle de asalto y otras armas.
Los cuatro menores fueron alcanzados por las balas y ahora se encuentran entre los 19 niños y las 2 maestras que perdieron la vida en la peor masacre escolar en la historia reciente de los Estados Unidos.
La hermana gemela de Annabelle Guadalupe se salvó del tiroteo porque tomaba clases desde su casa.
Jackie, quien hizo su primera comunión hace dos semanas, era muy unida a su prima Annabelle Guadalupe, afirmó Polly Flores, tía de ambas, en una entrevista con el diario “New York Times”.
“Ella era extrovertida, ella siempre tenía que ser el centro de atención… Era mi pequeña diva”, dijo Flores refiriéndose a Jackie.
En cambio, Annabelle era una estudiante del cuadro de honor y más reservada.
Las primas se querían tanto que la hermana gemela de Annabelle, quien tomaba clases en casa, “siempre estaba celosa”, comentó Flores al mismo medio de comunicación.
En una desgarradora publicación de Facebook, el padre de Jackie compartió una foto de su hija posando con el vestido con el que hizo su primera comunión.
“Hay unos pocos que no besarán ni abrazarán a nuestros bebés esta noche. A mi familia y a mí nos han quitado a mi niña. Estamos devastados en algunos aspectos, espero que nadie pase nunca esto... Nos duele hasta el alma, que tu fallecimiento no sea en vano, algo se hará, te lo prometí. Ponte en paz con el resto de los ángeles, cariño”, escribió Jacinto Cazares.
“Papá, mamá, hermana, hermano y toda la familia te extrañarán por siempre”, se despidió.
La niña que no quería ir a la escuela
Los otros primos que perdieron la vida son Jailah y Jayce Carmelo.
“No puedo creer que esto le haya pasado a mi hija… Siempre ha sido un miedo mío perder un hijo”, afirmó Jacob Silguero, padre de Jailah, en una entrevista con ”New York Times”.
A ella le encantaba ir a la escuela y ver a sus amigos, pero el martes por la mañana le dijo a su padre que quería quedarse en casa. Era la última semana del ciclo escolar y su padre no se lo permitió.
A este padre le pidieron hacerse una prueba de ADN con un hisopo y más tarde le dieron la peor noticia de su vida. “Alrededor de una hora después, llamaron para confirmar que ella había fallecido”, contó al mismo diario.
Familiares de Jayce Carmelo confirmaron en publicaciones de Facebook que él también había muerto en el tiroteo.
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