“Fue la peor situación que pasé en mi vida”, expresó la joven que cuando volvía de un cumpleaños en un Uber a su casa, fue interceptada en el camino por una pareja de delincuentes a la altura de González Catán, localidad argentina.
"El conductor frenó en una calle para pasar despacio, porque estaba lleno de agua, y ahí se acercó un delincuente armado y le exigió que le abriera la puerta”, contó la víctima a un portal argentino.
La cómplice del ladrón se subió a la parte trasera del vehículo y entre los dos les sacaron todo lo que llevaban encima de valor. “Me sacaron la ropa y toda la plata que tenía”, relató.
Por su parte, el hombre se puso al volante y les anunció que tenía que ir hasta otro lugar. "Al chofer lo obligaron a meterse a la cajuela. A mí, me acostaron en el asiento de atrás y me taparon con sábanas para que no se viera nada”, señaló.
En el momento en el que el auto volvió a ponerse en marcha la joven sostuvo que tuvo una "crisis de llanto". "Me dijo que si no me callaba me iba a pegar un tiro", aseguró.
Según la víctima, los liberaron a 20 cuadras de la Ruta Nacional N° 3, cerca de una escuela. En ese lugar dejaron al conductor salir de la cajuela no sin antes quitarle los zapatos,y una cadenita que tenía puesta.
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