La historia de Benton Stevens, un niño de siete años que vive en Texas y se volvió popular debido a que puso manos a la obra para recaudar fondos que ayuden al presidente Trump a llevar a cabo una de sus principales promesas de campaña, demuestra que el discurso antimigrantes del mandatario estadounidense tiene adeptos de todas las edades.
El trabajo de Stevens comenzó en febrero, pocos días después del discurso del Estado de la Unión que ofreció Trump, en el cual recalcó la necesidad de construir un muro en la frontera para frenar "la invasión" de migrantes.
El pequeño montó un improvisado puesto de limonada y chocolate caliente y hasta la fecha ha logrado recaudar 22 mil dólares; su objetivo es seguir con el negocio hasta recolectar 50 mil dólares.
Él y su familia pertenecen al grupo "Construimos el muro", integrado por civiles.
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