Una monja en Chile provocó alarma en la población de Santiago al abandonar una maleta que contenía restos humanos en la calle.
A pesar de no ser detenida por la policía tras explicar sus motivos, el incidente generó preocupación.
El descubrimiento de la maleta con huesos se produjo el 8 de abril en una calle de Santiago, y la atención se intensificó cuando se difundió un video que mostraba a una monja en las inmediaciones del lugar.
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Recientemente se reveló que no se trataba de un caso de homicidio ni actividad delictiva, sino más bien de un "pacto" entre dos religiosas para acompañarse mutuamente más allá de la muerte.
La monja de 80 años, cuya identidad no fue revelada, informó a la policía sobre esta situación.
"Hubo un pacto. La persona falleció hace un año, y la otra la mantuvo en una maleta por el cariño que le tenía", explicó el subprefecto Juan Fonseca a los medios.
La monja fue localizada luego de que se difundiera un video en el que aparecía cerca del lugar donde se encontró la maleta con los restos óseos en el municipio de Ñuñoa, en Santiago.
Según las autoridades, la religiosa de 58 años falleció aproximadamente en abril de 2023, presumiblemente debido a una enfermedad.
La otra monja decidió no informar a las autoridades y optó por guardar el cadáver en una bodega.
El 8 de abril, alrededor de las 07:00 horas, decidió dejarlo en la calle dentro de una maleta. Un camión de basura estuvo a punto de llevársela, pero al detectar un olor extraño, la volvieron a dejar en la calle.
¿Qué dijeron las autoridades del caso?
El fiscal a cargo del caso, Francisco Lana, señaló que preliminarmente el cuerpo no presentaba lesiones atribuidas a terceros.
La monja tenía la intención de sacar la maleta a la calle para darle sepultura después de que una de sus hijas que estaba de visita se marchara.
"Afrontando la posibilidad de dejarla en la calle, esa es la única explicación lógica que tenemos hasta el momento", comentó Lanas.
Aunque la monja no fue detenida, podría enfrentar consecuencias legales por violar el código sanitario.
Según los medios, las mujeres no pertenecían a una congregación religiosa formal, sino que eran "lacias consagradas" que aspiraban a una vida de claustro.
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