JERUSALÉN. — Unos mil manifestantes se congregaron este sábado frente a la residencia oficial del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en Jerusalén, en la continuación de las protestas de meses en demanda de su renuncia.
Diversos grupos de base han realizado las protestas semanales para exigir que Netanyahu deje el cargo mientras es enjuiciado por corrupción y criticando su respuesta a la pandemia de coronavirus. Luego de dos periodos de confinamiento este año, la economía de Israel está en crisis y centenares de miles de personas siguen desempleadas. Muchos de los manifestantes han perdido su empleo.
Luego de seis meses de protestas y ante la llegada del invierno, las muchedumbres han comenzado a reducirse. Pero los participantes seguían animados este sábado. Casi todos usaban mascarillas, aunque no todos mantuvieron el distanciamiento social.
Muchos ondeaban banderas israelíes y rosadas, el símbolo del movimiento de las protestas. Otros llevaban maquetas de submarinos, una referencia a un escándalo sobre la compra por Israel de submarinos alemanes en la que varios asociados de Netanyahu han sido implicados. El primer ministro no ha sido señalado como sospechoso en ese caso, aunque su rival, el ministro de defensa Benny Gantz, ordenó una investigación del asunto esta semana.
Protestas más pequeñas se realizaron en otras partes de Israel, incluyendo el hogar privado de Netanyahu en el exclusivo poblado costero de Cesarea.
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