Las últimas palabras de John Ramírez, el latino condenado a muerte en Texas

John Henry Ramírez recibió la inyección letal el pasado miércoles frente a la familia de Pablo Castro, a quien apuñaló en 29 ocasiones

    John Henry Ramírez, de 38 años, fue ejecutado el pasado miércoles 5 de octubre
Estados Unidos /

John Henry Ramírez, de 38 años, fue ejecutado el pasado miércoles 5 de octubre, esto mediante inyección letal en la prisión estatal de Huntsville, según confirmó un portavoz del Departamento de Justicia Penal de Texas a los medios.

El hombre asesinó a Pablo Castro, trabajador de un almacén, con 29 puñaladas y dedicó sus últimas palabras a la familia de la víctima antes de morir.

El caso de Ramírez llamó poderosamente la atención debido a que realizó una solicitud y era que, durante su ejecución, estuviera presente su consejera espiritual, quien rezó en voz alta y le colocó las manos encima.

En marzo del presente año, la Corte Suprema de los Estados Unidos se puso del lado del acusado y determinó que los estados se adapten a los deseos de los condenados a muerte, cuando pidan que sus líderes religiosos oren y los toquen durante sus ejecuciones.


Estas fueron las últimas palabras de John Ramírez

Ya estando en la cámara de ejecución, su consejera espiritual, Dana Moore, colocó su mano derecha sobre el pecho del recluso y la mantuvo allí durante todo el tiempo. De espaldas a los testigos, Moore ofreció una breve oración.

“Mira a John con tu gracia. Concédele la paz. Concédenos a todos la paz", fue la oración de Moore. Al término, Ramírez respondió: "amén".

Una vez concluida la oración, John Henry se dirigió a los familiares de Castro, incluidos cuatro de sus hijos, mientras era observado a través de una ventana.

"Tengo arrepentimiento y remordimiento. Este es un acto tan atroz. Espero que esto les sirva de consuelo. Si esto te ayuda, entonces me alegro. Espero que de alguna forma esto les ayude a encontrar el cierre", fueron las palabras de Ramírez hacia los familiares de Castro.
Posteriormente, se dirigió a su familia y amigos: "A mi esposa, mis amigos, mi hijo, Dana y amigos, los amo a todos. Sólo sé que di una buena pelea y estoy listo para partir”.

Cuando la dosis letal de pentobarbital hizo efecto, el hombre respiró hondo varias veces y luego comenzó a roncar. En un minuto, todo movimiento se detuvo. Ramírez fue declarado muerto 14 minutos después, a las 18:41 horas, tiempo local.


Las disculpas no traerán de vuelta a nuestro papá: dijo uno de los hijos

El miércoles por la noche, Fernando Castro indicó que el castigo "tardó en llegar" y que la disculpa de Ramírez hacia su familia “no iba a traer de vuelta a nuestro papá”.

“Él podía decir lo que quisiera. Siento que mi padre finalmente obtuvo su justicia, pero no estoy contento con la situación”.

Otro de los hijos, Aaron Castro, emitió un comunicado donde cuestionó "¿quiénes somos nosotros para mantener el odio, la ira y la venganza en nuestra mente?”.

“La verdad es que las cosas siempre han estado en manos de Dios. Paz, amor y justicia para Pablo Castro, que su nombre no se olvide. Que Dios tenga misericordia (de Ramírez) no depende de nosotros. Él está recibiendo su verdadero juicio. (...) Una vida quitada no debe celebrarse, pero el cierre definitivamente puede tener lugar", añadió.

¿Cuál fue el crimen que cometió John Ramírez?

Los fiscales determinaron que Ramírez le robó a Castro 1.25 dólares y luego lo apuñaló 29 veces. El asesinato de Castro ocurrió durante una serie de robos realizados por Ramírez y dos mujeres.

Los delincuentes estuvieron bajo los efectos de las drogas durante tres días. Ramírez huyó a México, pero fue arrestado tres años y medio después.

El hombre desafió las reglas de la prisión estatal que impedían que su pastor lo tocara y orara en voz alta durante su ejecución, al argumentar que se estaba violando su libertad religiosa. Ese desafío provocó que su ejecución se retrasara, así como las ejecuciones de otros.

El lunes, la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas se negó por unanimidad a conmutar la sentencia de muerte de Ramírez por una pena menor.

Según acotó el abogado de Ramírez, el hombre había agotado todas las apelaciones posibles y no se presentó ninguna solicitud final para detener la ejecución ante la Corte Suprema de Estados Unidos.


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