ESTADOS UNIDOS. - Una compañía lanzó a la venta en Estados Unidos la primera prueba sanguínea para ayudar a diagnosticar Alzhéimer, un paso importante en el campo que podría hacer mucho más fácil que la gente sepa si padece demencia. Sin embargo, también genera preocupación sobre su precisión y el impacto de conocer una noticia tan fuerte.
Expertos independientes se muestran cautelosos dado que los resultados clave de la prueba no han sido publicados y que la prueba misma no ha recibido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés).
Está siendo vendida bajo reglas más generales para laboratorios comerciales, pero los expertos coinciden en la necesidad de contar con una prueba simple que pueda realizarse en un consultorio médico.
En casos como el de la exenfermera Tammy Maida, de 63 años, tal prueba podría haberle ahorrado una década de vanas consultas médicas, que inicialmente atribuyeron sus síntomas a la depresión, la ansiedad o la menopausia. Una resonancia magnética cerebral de 5 mil dólares el año pasado finalmente le mostró que padecía alzhéimer.
“Ahora ya tengo una respuesta”, dijo la residente de San José, California.
Si hubiera existido una prueba sanguínea “quizá habría tenido miedo por los resultados”, pero los habría “superado” con tal de enterarme, subrayó.
Más de cinco millones de personas en Estados Unidos y millones más en todo el mundo padecen alzhéimer, la forma más común de demencia. Para ser diagnosticados con la enfermedad, los enfermos deben presentar síntomas como pérdida de memoria y evidencia de la formación en el cerebro de una proteína llamada beta-amiloide.
Actualmente, la mejor manera de medir la presencia de la proteína es una costosa tomografía por emisión de positrones que los seguros médicos generalmente no cubren. Eso implica que la mayoría de la población no se lo practica y termina preguntándose si sus problemas se deben al envejecimiento normal, al alzhéimer u otra razón.
La prueba sanguínea de C2N Diagnostics, una firma con sede en San Luis, Missouri, busca llenar ese hueco. Entre los fundadores de la compañía se encuentran los médicos David Holtzman y Randall Bateman, de la Facultad de Medicina de la Universidad Washington, quienes dirigieron un estudio que llevó a las pruebas y que incluyó una patente que la Universidad de San Luis autorizó como C2N.
C2N Diagnostics cobra mil 250 dólares por la prueba y ofrece descuentos con base en los ingresos de los pacientes. Sólo los médicos pueden solicitar la prueba y los resultados se obtienen dentro de 10 días. Se venderá en casi todos los estados de Estados Unidos y acaba de recibir la autorización para su venta en Europa.
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