Durante el fin de semana, la atención recayó en el estado de Florida, golpeado por el huracán Irma, con violentas ráfagas e inundaciones que dejaron tres muertos y tres millones y medio de personas sin electricidad, lo que generó la declaración del estado de catástrofe natural.
La llamativa playa de Miami Beach cambió su paisaje por inundaciones que saturaban las calles de la ciudad y una inmensa marea de color café sustituyó a los turistas que usualmente adornan la arena con sus coloridos sombreros y trajes de baño.
Incluso, a los animales también los han llevado a hogares temporales, mientras se normaliza la situación.
Aunque aún no se tiene el recuento oficial de los daños causados por Irma, los expertos ya lo catalogan como el “huracán más catastrófico que se haya visto nunca”, tras su paso por Estados Unidos y el Caribe.
Hasta ahora, el reporte de las autoridades suma un total de 30 personas fallecidas, como consecuencia de la afectación del fenómeno en las regiones que fueron testigos de sus devastadores efectos.
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