El huracán Helene ha dejado una estela de destrucción en el sureste de los Estados Unidos, causando la muerte de cuatro personas y afectando el suministro eléctrico a millones de usuarios, especialmente en la costa de Florida.
Este poderoso fenómeno climático tocó tierra este viernes y ha generado una emergencia nacional en diversas zonas del estado.
A medida que el huracán Helene, que inicialmente alcanzó la categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, avanzaba tierra adentro, su fuerza comenzó a disminuir hasta convertirse en una tormenta tropical.
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Sin embargo, a pesar de su debilitamiento, las lluvias torrenciales y los vientos sostenidos continuaron causando estragos en los estados de Georgia y Carolina del Sur, donde muchas carreteras y viviendas resultaron gravemente inundadas.
El ojo del huracán llegó a la costa noroeste de Florida el 26 de septiembre, exactamente en la zona conocida como Big Bend, con vientos que alcanzaban los 225 kilómetros por hora, según reportes del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
Helene se ha convertido en el quinto huracán de la temporada atlántica, que ha sido una de las más intensas de los últimos años.
El vórtice de la tormenta ingresó al estado de Florida alrededor de las 11:10 de la mañana del 27 de septiembre, al este de la desembocadura del río Aucilla, cerca de Perry.
A pesar de haberse debilitado ligeramente en su avance hacia el interior del país, seguía siendo un huracán de categoría 4, lo que implicaba una gran amenaza para las comunidades en su trayectoria.
El NHC advirtió sobre el "peligro extremo" que representaban las marejadas ciclónicas y las inundaciones provocadas por Helene.
Estas marejadas, consideradas "catastróficas y mortales", podrían elevar el nivel del agua hasta seis metros sobre el nivel del mar en algunas zonas costeras del Big Bend de Florida.
A esto se suman las enormes olas que están impactando las áreas costeras, causando devastación en infraestructura y propiedades.
¿Cuáles zonas podrían verse impactadas en los próximos días?
Los meteorólogos del Servicio Nacional de Meteorología (NWS) de EE.UU. están especialmente preocupados por la situación en la Bahía Apalachicola, al sur de Tallahassee, donde se ha emitido una advertencia de marejada "insalvable".
El impacto en esta región podría ser de gran magnitud, poniendo en riesgo vidas humanas y causando daños económicos significativos.
Ante esta situación, las autoridades locales han tomado medidas extremas. En el condado de Taylor, el alguacil instó a quienes no habían evacuado a tomar precauciones adicionales.
"Escriban su nombre, fecha de nacimiento e información personal en su brazo o pierna con un marcador permanente para facilitar la identificación en caso de que ocurra lo peor", declaró.
Como medida preventiva, se han cerrado todas las escuelas y oficinas en varias zonas de Florida, y al menos mil vuelos con origen o destino en el estado han sido cancelados.
Aeropuertos clave, como el de Tampa, han suspendido sus operaciones hasta que las condiciones meteorológicas mejoren y sea seguro reanudar los vuelos.
El impacto del huracán Helene sigue siendo monitoreado de cerca por las autoridades, que instan a la población a mantenerse alerta y seguir las indicaciones de los servicios de emergencia.
Las próximas horas serán críticas para evaluar los daños y continuar con las labores de rescate en las zonas más afectadas.
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