Luego de cinco días de que tocara tierra en Texas, este miércoles Harvey impactó Luisiana, estado que también sufrió las graves secuelas del huracán Katrina, en el 2005.
Las consecuencias del fenómeno natural son devastadoras, incluso, está por convertirse en el más costoso de la historia de los Estados Unidos, ya que los daños alcanzarían alrededor de $160 mil millones.
Por si fuera poco, las inundaciones en Texas dejaron a su paso 31 muertos y más de 30 mil desplazados que llenan los 230 refugios improvisados en el sur del estado.
Las imágenes compartidas por muchos de los damnificados muestran el agua que cubre varios metros de la localidad texana, donde este miércoles se anunció el cierre de la mayor refinería estadounidense, que opera en la ciudad de Port Arthur.
Las autoridades anunciaron que deberán esperar varias semanas para que el agua salga de las zonas golpeadas por el huracán, por lo que aún no se define cuándo los afectados podrán volver a sus casas.
Mientras tanto, en Luisiana, Harvey provocó intensas lluvias e inundaciones, pero ya se degradó a tormenta tropical. Los expertos pronostican que pierda aún más fuerza, en la medida que avance hacia el noreste.
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