El gobierno francés prometió este lunes confiscar las armas de fuego de los agresores y mejorar la instrucción de la policía, dentro de un paquete de medidas valorado en millones de euros para reducir los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas.
El primer ministro, Edouard Philippe, anunció este lunes un plan para abordar el problema que incluye colocar brazaletes electrónicos a los agresores y habilitar mil plazas en alojamientos para mujeres víctimas de malos tratos.
Al menos 130 mujeres han muerto en lo que va de año a manos de sus parejas o exparejas, según activistas franceses, debido en parte a la pobre respuesta policial a los abusos. Francia tiene una de las tasas más altas de Europa, algo que el presidente, Emmanuel Macron, ha descrito como la “vergüenza de Francia”.
Decenas de miles de manifestantes marcharon el sábado en París para hacer conciencia sobre el problema de los feminicidios.
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