La prensa nicaragüense anunció que el hospital de Masaya fue cerrado en medio de las violentas protestas que está viviendo el país vecino del norte.
Esta clínica cerró sus puertas y no está atendiendo a la población afectada debido a que frente a este centro médico cayó una bomba durante las manifestaciones.
El recuento de muertos supera las 50 personas según el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH). Además, según el CENIDH hay muchos desaparecidos y "más de un centenar de heridos".
El motivo de estas protestas comenzó como un reclamo por la reforma al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), que aumentaría el aporte de trabajadores y empleadores, acortaría las futuras pensiones y crearía un tributo ilegal a las pensiones del cinco por ciento, entre otras, como medidas para salvar de la quiebra dicha entidad y terminó convirtiéndose en protestas con muertos, desaparecidos, heridos y un país en guerra interna.
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