Los agentes de inmigración de Estados Unidos tienen la mira puesta en las tiendas 7-Eleven. El Servicio de Inmigración y Control llegó a 98 tiendas de la franquicia y detuvo a 21 sospechosos de estar en Estados Unidos de manera ilegal.
“Las acciones de hoy envían un fuerte mensaje a las empresas estadounidenses que contratan y emplean una fuerza laboral ilegal: el Servicio de Inmigración hará cumplir la ley y si se descubre que están infringiendo las leyes, se les hará responsable”, dijo Thomas Homan, director interino del Servicio de Inmigración y Control estadounidense, en un pronunciamiento.
Por medio de un comunicado, 7-Eleven buscó distanciarse de las prácticas de contratación de los propietarios de las tiendas.
“Las franquicias de 7-Eleven son negocios con dueños independientes y son los únicos responsables por sus empleados, incluyendo el hecho de decidir a quién contratar y de verificar su elegibilidad para trabajar en Estados Unidos”, sostuvo la compañía.
Trump, en su primer año de mandato ha sido duro con la inmigración. Además, en octubre pasado Homan se comprometió a cuadriplicar las medidas severas en el lugar de trabajo.
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