ESTADOS UNIDOS. - La elección de 2020 en Estados Unidos es una contienda que será recordada como la del año de la pandemia de Covid-19, que ya ha matado a más de 200 mil personas en ese país.
Serán unos comicios que se desarrollaron a unos meses del surgimiento de un movimiento que nació para reclamar justicia y equidad, el Black Lives Matter, encabezado por una comunidad que aún se siente rezagada y que, a gritos, tomando calles, plazas, paredes, algunos hasta rompiendo vidrios y provocando incendios, han intentado que los volteen a ver para que las cosas cambien y nunca más se vean actos de abuso policial contra su comunidad.
Por primera vez en la historia el nerviosismo del resultado se ve reflejado en negocios blindados, con tablas de madera cubriendo sus fachadas y protegiendo las ventanas.
Los alrededores de la Casa Blanca en Washington, y los de la Torre Trump en Nueva York, se preparan para una jornada de manifestaciones, ya sea en reclamo por la permanencia de Donald Trump cuatro años más, o para celebrar que se logró sacarlo de la Casa Blanca.
Los analistas son cautos en sus comentarios, pues temen que esta sea una nueva edición de 2016, cuando las fichas jugaban a favor de Hillary Clinton, las encuestas la favorecían, pero los triunfos sorpresivos de Trump en estados clave le permitieron superar los 270 votos necesarios de los 538 que integran el Colegio Electoral para ser el vencedor.
Ajedrez electoral
La atención está centrada en seis estados “bisagra”, como se les dice porque pueden moverse hacia el lado demócrata o al republicano. Se trata de Michigan (16 votos electorales), Wisconsin (10 votos electorales), Pensilvania (20 votos electorales), Florida (29 votos electorales), Arizona (11 votos electorales) y Carolina del Norte (15 votos electorales).
Todos los ganó Trump en 2016, pero esta vez en la mayoría de ellos Biden va a la cabeza en las encuestas.
El resultado de Florida servirá para medir el pulso de la jornada. Se espera que tenga resultados pronto y el que gane en ese estado tiene mayores posibilidades de triunfo en el Colegio Electoral.
Si gana Trump, la atención estará centrada en Pensilvania, donde se prevé que los resultados no alcancen a estar la misma noche de la elección, pues se emitieron millones de votos por correo que no pueden abrirse ni contarse antes del 3 de noviembre.
Aunque no es considerado un estado “bisagra”, el resultado en Texas puede ser decisivo si lo gana Biden. Galen Druke, periodista del sitio especializado en revisión de encuestas Five Thirty Eight, explicó a MILENIO que la ventaja de Biden en estados clave supera a la que tuvo en su momento Clinton, además de que el ex vicepresidente tiene menos opiniones negativas.
Poder latino
La pandemia de Covid-19 ha generado que esta elección sea la de mayor participación por anticipado en Estados Unidos. Ya sea a través del voto por correo o acudiendo a las casillas de manera anticipada. Hasta este sábado más de 90 millones de estadunidenses ya han votado, superando a los 56 millones que lo hicieron en 2016.
“Al voto latino siempre lo vieron como dormido, pero ya está despierto. La distinción entre Trump de un lado, y Biden del otro, no podría ser más grande. Tenemos al presidente actual que es básicamente antimigrante, quiere restringir aún más el tema migratorio y del otro lado tenemos al ex vicepresidente Biden que quiere cambiar o quitar algunas de las restricciones”, aseguró a MILENIO Christopher Wilson, director adjunto del Wilson Center Mexico Institute.
“Si gana Biden, se dejaría de estigmatizar a los migrantes de la manera en que esta administración Trump lo ha venido haciendo (...) si gana Trump, empeoraría su política migratoria reelecto, turbocargado y sin contrapeso, pues ya no habría una elección posterior”, afirma el ex embajador de México en EU, Arturo Sarukhan, en entrevista con MILENIO.
Andrew Selee, experto en relación entre ambas naciones, recuerda que 17 por ciento de este país tiene origen latino y esta elección pone en juego dos visiones distintas de qué EU se quiere tener, “un país anglosajón o un país forjado de muchas culturas”.
Selee explica que hay latinos a los que les gusta la política económica de Trump y por eso lo apoyan, porque para ellos ha sido positivo, sobre todo para quienes llevan mucho tiempo aquí y son ciudadanos.
Una trajinera con tinte republicano Un grupo de simpatizantes estadunidenses de Donald Trump, entre los que había mexicanos, se reunieron ayer por la mañana en Xochimilco para apoyar su reelección.
“Chiquitibum a la bim, bom, ba, chiquitibum a la bim, bom, ba, Trump, Trump, ra, ra, rá”, gritaron orgullosos a bordo de las trajineras. Posteriormente se trasladaron al Parque Lincoln, en Polanco.
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