EUA.- Una balacera dentro de un supermercado dejó por lo menos 10 personas muertas, entre ellas, un agente de la policía, en la ciudad de Boulder, Colorado, según informaron las autoridades de los Estados Unidos.
Entre los fallecidos se encuentra el agente de policía Eric Talley, que fue el primero en llegar al supermercado King Soopers de esta localidad ubicada unos 50 kilómetros al noroeste de Denver, la capital de Colorado.
La policía afirmó que no revelará los nombres de las víctimas hasta que las familias hayan sido notificadas. Las autoridades afirmaron que hay familias que "esperan con angustia escuchar sobre sus seres queridos".
El presunto autor del ataque fue herido y posteriormente detenido en el lugar de los hechos. El gobernador de Colorado como el alcalde de Boulder hicieron referencia a una "tragedia" al reaccionar por Twitter."
Nuestra comunidad pronto llorará sus pérdidas", escribió el alcalde Sam Weaver.
Agentes acudieron al lugar después de recibir una alerta sobre la presencia de un tirador en el estacionamiento del supermercado King Soopers, indicó una fuente policial a la cadena ABC. Los agentes habrían recibido disparos en su dirección, indicó esta fuente, sin dar detalles sobre posibles heridos.
En imágenes cuya autenticidad no ha sido confirmada por las autoridades se ve al menos tres cuerpos tendidos en el suelo, dentro y en los alrededores del supermercado, mientras se escuchan disparos.
Una joven afirmó a la televisión local haber visto al menos "un muerto", trasladado por los equipos de emergencia en una "bolsa mortuoria".
Decenas de miembros de las fuerzas del orden rodearon el supermercado media hora después de los primeros tiros. Tenían vehículos blindados que colocaron en la entrada de la tienda. Una media docena de policías fuertemente armados subieron al techo de la tiende con ayuda de un camión de bomberos que desplegó su escalera.
Imágenes difundidas en directo durante la operación por un testigo presente en el estacionamiento del lugar mostraron al menos una persona, un hombre vestido solo con un pantalón corto deportivo, siendo escoltado por agentes fuera de la tienda, con las manos esposadas en la espalda y lo que parecía una herida leve en la pierna, con manchas de sangre.
Más tarde, los clientes que habían sido conducidos a un lugar seguro fuera de la tienda estaban sentados envueltos en mantas y hablando con los socorristas.
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