Navegó en kayak durante 183 días por mares, ríos y canales de 15 países europeos en un viaje de 5.400 kilómetros que comenzó en abril, todo con un propósito muy definido: promover una campaña que recompensa los actos de paz, amabilidad y humanidad.
Pero además de sorprender con este peculiar viaje, muchas personas quedaron atónitas al enterarse que Mark Fuhrmann, un aficionado al kayak de Canadá, tiene 60 años.
Fuhrmann, quien perdió a su esposa por cáncer hace seis años, dijo que sentía que la sociedad había perdido su sentido de familia y que quería enviar un mensaje de que pequeños actos de amabilidad pueden ser de gran ayuda.
Para completar su objetivo, este hombre tuvo que enfrentar muchos peligros, como los fuertes vientos y oleaje del mar, así como la hipotermia que sufrió cuando su kayak se volcó y tuvo que ser rescatado por la guardia costera sueca.
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