La Delegación Regional de Alajuela del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizó esta mañana cuatro allanamientos en los sectores de Taras, Paraíso, Ciudad Colón y Hatillo, todos relacionados con un caso de doble homicidio que ha mantenido en vilo a la comunidad.
Los hechos se remontan al pasado mes de diciembre del año 2023. En esa ocasión, dos hombres, de apellidos Guisado, de 57 años, y Avilés, de 38 años, estaban realizando la venta de un vehículo en el sector de Tobosi, en Cartago.
Esta transacción tuvo lugar el 18 de diciembre, día en que fueron vistos por última vez. Dos días después, el 20 de diciembre, el vehículo que iban a vender fue encontrado abandonado en Tarbaca, también en Cartago.
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Posteriormente, el 22 de diciembre, los cuerpos sin vida de Guisado y Avilés fueron hallados en el sector de La Guácima, en Alajuela, cerca de la Ruta 27.
La forma en que se desarrollaron estos eventos ha generado una profunda preocupación y conmoción en la población, dada la aparente brutalidad y la frialdad con la que se cometieron los homicidios.
Durante los allanamientos realizados esta mañana, los agentes del OIJ lograron la detención de una mujer de apellido Padilla, de 46 años, quien sería la esposa de Guisado.
Esta detención ha sido un desarrollo significativo en la investigación del caso, ya que Padilla será remitida al Ministerio Público para los procedimientos correspondientes.
Sin embargo, las autoridades no descartan la posibilidad de realizar más detenciones en el futuro cercano, a medida que avancen las investigaciones y se obtenga más información relevante.
El director del OIJ, Randall Zúñiga, ha declarado que la investigación busca imputar a tres personas en particular, aunque no se han revelado más detalles sobre las identidades de estos sospechosos ni su posible implicación en los crímenes.
¿Cómo avanza la investigación?
Este caso ha subrayado la importancia de las operaciones coordinadas entre diferentes sectores y la determinación del OIJ para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
El hallazgo de los cuerpos en La Guácima y el abandono del vehículo en Tarbaca indican que los perpetradores tuvieron que desplazarse por diversas zonas, lo que añade un nivel de complejidad a la investigación.
Además, la supuesta conexión personal entre uno de los fallecidos y la detenida sugiere que el móvil del crimen podría tener dimensiones personales, aunque esta es solo una de las muchas hipótesis que están siendo consideradas por los investigadores.
La comunidad de Alajuela y las regiones aledañas permanecen atentas a los avances en este caso, esperando que se haga justicia por los trágicos asesinatos de Guisado y Avilés.
La acción decidida del OIJ y la cooperación de la ciudadanía serán cruciales para resolver este doble homicidio y restaurar la sensación de seguridad en la zona.
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