Rebeca Castillo Hernández, una joven madre costarricense de 34 años, fue brutalmente asesinada este viernes en su hogar en Llanos de Santa Lucía, Cartago.
Castillo fue una activista en redes sociales, en donde promovía campañas contra la violencia hacia las mujeres y los feminicidios.
Una publicación en particular, hecha el 4 de septiembre de 2020, evidencia su lucha.
En esa ocasión, Castillo cambió su foto de perfil, agregándole un marco morado con el contundente mensaje: "Nací para ser libre, no asesinada".
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El trágico suceso que acabó con su vida ocurrió en las primeras horas de la mañana.
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Castillo y su madre, una mujer de 57 años identificada con el apellido Hernández, fueron atacadas con un arma blanca alrededor de las 6:10 a.m.
La agresión tuvo lugar en la residencia de ambas mujeres, dejando a Castillo sin vida y a su madre gravemente herida.
Actualmente, la señora Hernández se encuentra hospitalizada en condición delicada, mientras lucha por recuperarse de las graves lesiones sufridas durante el ataque.
¿Quién es el presunto feminicida?
El presunto agresor ha sido identificado como un hombre de apellido Johnson, de 37 años, quien, según informes preliminares, era la pareja sentimental de Castillo y con quien llevaba siete años de relación.
Johnson es ahora el principal sospechoso del feminicidio y enfrenta cargos por este delito, que, en Costa Rica, es considerado uno de los crímenes más graves, con penas severas que buscan castigar la violencia de género.
La violencia desatada contra Castillo fue extrema. El informe del OIJ detalla que la joven madre sufrió múltiples heridas en diferentes partes del cuerpo, incluyendo el abdomen, tórax, muslo izquierdo, cadera y un brazo.
Su cuerpo fue trasladado a la morgue judicial, donde se le realizará la autopsia correspondiente para esclarecer aún más los detalles del crimen.
El asesinato de Rebeca Castillo ha causado una gran conmoción en la comunidad local y a nivel nacional, en parte por la brutalidad del ataque, pero también por el futuro incierto que ahora enfrentan sus dos hijos pequeños.
Castillo era madre de un niño de cuatro años y un bebé de apenas un año y medio, quienes han quedado en una situación de vulnerabilidad.
Ante esta dolorosa situación, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) ha activado los protocolos de protección infantil.
Según el comunicado emitido por la institución, los menores han sido puestos bajo la protección del Estado y se encuentran en un proceso para ser ubicados temporalmente en un entorno familiar seguro.
Se espera que en los próximos días se determine el destino de los niños, mientras las autoridades judiciales continúan investigando el feminicidio que ha dejado a una familia y a toda una comunidad destrozadas por el dolor.
Este caso vuelve a poner en el centro del debate la urgencia de reforzar las políticas de protección a las mujeres, para que tragedias como la de Rebeca Castillo no se sigan repitiendo en Costa Rica.
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