Este jueves, agentes judiciales del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), asignados a la Oficina Central Nacional de Interpol en San José, realizaron la detención de un hombre de apellido Castillo, de 26 años y de nacionalidad costarricense.
La captura se llevó a cabo en el aeropuerto internacional Juan Santamaría tras su deportación desde Estados Unidos, como resultado de una colaboración entre el OIJ y la Embajada de los Estados Unidos en Costa Rica.
Castillo era requerido por las autoridades costarricenses debido a una orden de captura emitida por el Tribunal Penal de Limón. Informó OIJ.
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Esta orden fue girada por presuntos delitos de violación de domicilio y amenazas contra una mujer, lo que llevó a que se emitiera una alerta internacional. Según el informe de los investigadores judiciales, estos cargos llevaron a las autoridades a solicitar su extradición y captura.
El trabajo coordinado entre los agentes del OIJ e Interpol permitió que Castillo fuera detenido alrededor de las 11:35 a.m. en el aeropuerto, justo después de su llegada al país.
Las autoridades estadounidenses lo deportaron como parte del cumplimiento de los acuerdos de cooperación entre ambas naciones en materia de seguridad y justicia.
¿Cómo se dio la captura?
El proceso de deportación y captura fue posible gracias a la alerta emitida por la Interpol, que se activó una vez que el hombre fue localizado y deportado por las autoridades estadounidenses.
Estas alertas internacionales permiten a los cuerpos policiales de diferentes países coordinar esfuerzos para garantizar que las personas con cuentas pendientes con la justicia no puedan evadir el cumplimiento de sus sentencias al cruzar fronteras.
Castillo enfrentaba graves acusaciones que, según las autoridades judiciales, justificaban su captura.
Los delitos por los que se le acusa, violación de domicilio y amenazas, tienen un fuerte componente de violencia y vulneración de derechos.
En Costa Rica, las amenazas contra la vida y la integridad de una persona, especialmente cuando involucran violencia de género o situaciones de abuso, son tomadas con gran seriedad por las autoridades judiciales, según informó la policía judicial.
Por ello, la colaboración internacional fue crucial para asegurar su retorno al país y que enfrente los cargos ante la justicia.
Tras la detención en el aeropuerto, Castillo fue inmediatamente trasladado bajo custodia a las autoridades judiciales que lo requieren, para continuar con los procesos legales correspondientes.
Ahora deberá comparecer ante el Tribunal Penal de Limón, donde se llevarán a cabo las audiencias para determinar su responsabilidad en los delitos que se le imputan.
Este caso resalta la importancia de la cooperación entre los cuerpos policiales internacionales y locales, permitiendo que personas que intentan evadir la justicia en sus países de origen sean finalmente capturadas y enfrenten sus responsabilidades legales.
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