La Fuerza Pública detuvo a un hombre de 33 años presuntamente relacionado con una pandilla salvadoreña. El sujeto fue identificado con el apellido Amaya y es requerido en El Salvador tras determinar que es culpable del delito de homicidio.
Oficiales de Fuerza Pública lo interceptaron tras verlo nervioso y con una actitud evasiva con las autoridades policiales, asimismo, portaba tatuajes característicos de las pandillas que operan en El Salvador.
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Fuerzas del orden de la capital solicitaron una identificación al pandillero, aunque no portaba identificación alguna y tampoco documentos importantes.
La policía costarricense, en coordinación con la Interpol, logró determinar su identidad y antecedentes posterior a trasladarlo para tomar sus huellas dactilares. El sujeto está en espera de ser deportado.
¿Han detenido a pandilleros salvadoreños en el país?
La detención de miembros de pandillas cuscatlecas en el país no es algo nuevo, en enero del presente año se detuvo a un sujeto de apellidos Escobar Mojica y presuntamente líder de una célula de la MS-13.
Escobar fue detenido en Peñas Blancas, específicamente en el puesto fronterizo ubicado en área limítrofe entre Costa Rica y Nicaragua.
"Después de una exhaustiva investigación con contactos internacionales se logra constatar que pertenece a la MS-13 y que dentro de esa estructura es líder de una de las clicas (células) aceptadas en El Salvador", informó a inicios de año la Policía de Migración.
De acuerdo a las autoridades nacionales, miles de pandilleros buscan huir de El Salvador ante las medidas tomadas por la administración del mandatario Nayib Bukele.
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Costa Rica, ante el aumento del crimen organizado y la presencia de grupos ligados al narcotráfico, es uno de sus destinos predilectos en la región.
El Salvador mantiene un régimen de excepción desde marzo del año anterior (2022), con más de 60 mil miembros de las pandillas detenidos y casi mil cabecillas del crimen organizado instalados en centros carcelarios habilitados bajo el mando del presidente Bukele.
El líder salvadoreño, de hecho, ordenó construir una cárcel con capacidad para 40.000 pandilleros a inicios de 2023. Dicha prisión, de acuerdo al Gobierno cuscatleco, deberá estar lista a más tardar en diciembre del presente año.
Los resultados del régimen de excepción de Bukele pasaron de poco más de 16 mil detenidos, a casi 66 mil posterior a las medidas impuestas por las autoridades del país centroamericano.
Para mitad de año el 68,9% de los detenidos es acusado de pertenecer a la Mara Salvatrucha (MS-13), seguida por la facción Sureños de la pandilla Barrio 18 (17,7%) y la facción Revolucionarios de esa misma agrupación (12,7%).
El restante 0,7% lo concentran las pandillas Mao Mao, MS503, Máquina y Mirada Locos Sureños.
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