La tensión entre las autoridades y los coligalleros que extraen oro ilegalmente en Crucitas resultó en el fallecimiento de un individuo, quien presuntamente intentó herir a un oficial con un machete, causando preocupación entre los miembros de la Cruz Roja.
Según información proporcionada por la Benemérita, el domingo 14 de abril respondieron a un llamado de emergencia en Crucitas de San Carlos, donde tuvieron que adentrarse 30 minutos en la montaña.
Al llegar al lugar de la emergencia, encontraron a un individuo fallecido por heridas de arma de fuego. Mientras los rescatistas estaban ocupados atendiendo la situación, se desató un nuevo enfrentamiento que provocó que los miembros de la Cruz Roja tuvieran que ser trasladados a un centro médico debido a problemas respiratorios.
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La Cruz Roja Costarricense recibió un llamado de emergencia el domingo en el área de San Carlos en Crucitas, presuntamente el hombre fallecido fue abatido por la policía debido a que habría intentado agredir a un oficial con un machete.
Se presume que la víctima es un adulto extranjero, fue declarado sin signos vitales debido a heridas de arma de fuego.
“La Benemérita es una institución humanitaria y neutral; no participamos en conflictos. Mientras salíamos del lugar, se produjo un enfrentamiento entre las personas presentes y la Fuerza Pública”, confirmó Ricardo Arias, vocero de la Cruz Roja.
Algunos cruzrojistas tuvieron que ser trasladados a un centro hospitalario de la zona debido a problemas respiratorios.
¿Qué es Crucitas?
Crucitas es una localidad ubicada en la Zona Norte, se hizo famosa debido a la controversia en torno a la minería de oro en la zona.
En 2008, la empresa minera canadiense Infinito Gold obtuvo permisos para desarrollar una mina a cielo abierto en Crucitas. Sin embargo, esto generó una fuerte oposición por parte de grupos ambientalistas y comunidades locales, preocupados por los posibles impactos negativos en el medio ambiente y la salud de las personas.
Entre las preocupaciones principales estaban la contaminación del agua y la degradación del ecosistema, ya que la minería a cielo abierto implica la remoción masiva de tierra y el uso de sustancias químicas como el cianuro para extraer el oro.
Además, existían inquietudes sobre el impacto en la agricultura y el turismo, industrias importantes para la economía local.
El proyecto minero enfrentó múltiples desafíos legales y enfrentamientos políticos, con cambios en la legislación y decisiones judiciales que afectaron su viabilidad. Finalmente, en 2011, el gobierno costarricense revocó los permisos de Infinito Gold, poniendo fin al proyecto minero en Crucitas.
Esta decisión fue celebrada por muchos como una victoria para la protección del medio ambiente y los derechos de las comunidades locales, pero también generó debates sobre el equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación ambiental en Costa Rica.
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