El Tribunal Penal de Cartago condenó a Hugo Casasola Salas a 79 años de prisión por la sustracción de su hija de nueve meses, Keibril García, y por agresiones en perjuicio de la madre de la menor, quien tenía apenas 12 años cuando quedó embarazada.
Casasola, quien era el padrastro de la madre de Keibril, fue hallado culpable de tres delitos de violación y uno de sustracción de menor.
La sentencia fue emitida por los jueces Henry Segura Hernández, Magaly Hernández Solano y Grethel Barahona Chaves.
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Durante la lectura de la sentencia, el juez Segura detalló que se impusieron 54 años de prisión por los tres delitos de agresión y 25 años adicionales por el delito de sustracción de menor. Sin embargo, conforme a la legislación costarricense, que establece un límite de 50 años de cumplimiento de pena, la condena se readecuó a este máximo permitido.
El proceso judicial se llevó a cabo en el Tribunal de Juicio de Cartago, donde la fiscalía presentó diversas pruebas para sustentar las acusaciones contra Casasola.
La acusación argumentaba que el imputado no solo sustrajo a la bebé, sino que también mantuvo una relación inapropiada y abusiva con la madre de Keibril, de apellidos García Amador, quien en ese momento era una niña de entre 12 y 13 años de edad.
Este abuso resultó en el embarazo de la menor y el posterior nacimiento de la bebé.
La fiscalía subrayó que Casasola, quien es 19 años mayor que la víctima, debía haber actuado como un protector y figura de apoyo, en lugar de aprovecharse de su vulnerabilidad.
El juicio ha estado marcado por las declaraciones contradictorias de Casasola. Si bien el acusado negó haber cometido actos de agresión, sí admitió haber mantenido una relación impropia con la menor, pese a ser consciente de la diferencia de edad y de la ilegalidad de dicha relación.
¿Cómo avanzó la investigación?
Esta admisión, así como la prueba de ADN que confirmaba su paternidad sobre Keibril, fueron determinantes para que el tribunal confirmara la culpabilidad de Casasola en los delitos imputados.
En su defensa, Casasola intentó justificar su conducta alegando que siempre había sido un buen padre y había cumplido con sus responsabilidades hacia Keibril y hacia otra hija que tiene con la abuela de la menor.
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Sin embargo, estas declaraciones fueron recibidas con escepticismo tanto por el tribunal como por la opinión pública, pues la relación abusiva que mantuvo con la madre de Keibril contradice sus afirmaciones de ser un padre responsable.
Aunque Casasola niega haber cometido el delito de agresión en contra de la niña, admitió haber mantenido una relación inapropiada con ella, pese a ser consciente de la diferencia de edad.
Durante su testimonio, Casasola aceptó que era plenamente consciente de que el resultado de la prueba de ADN realizada confirmaría que él es el padre de Keibril, lo que, según él mismo afirmó, lo llevaría a enfrentar una condena.
En su intento de justificar su comportamiento, el acusado alegó ser un buen padre. Aseguró que ha cumplido con sus responsabilidades paternales tanto con la hija que tiene con la abuela de la bebé, como con la pequeña Keibril.
Sin embargo, estas afirmaciones han sido recibidas con indignación, dado que la supuesta relación que mantuvo con la madre de Keibril se produjo aún cuando ella es menor de edad.
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