El 14 de febrero, mientras muchos celebraban el día del amor y la amistad, en Alajuelita una familia lloraba el crimen de un joven.
Muchos creyeron que se trataba de otro delincuente, pero no fue así. La víctima fue Kendall Myrie Barrantes, un joven de 17 años asesinado por error frente a su casa en la urbanización Tiribí de Alajuelita.
Los familiares explicaron que era deportista y su sueño era estudiar ingeniería en sistemas.
“Era un muchacho muy bueno tenía metas, sueños, él era el capitán del equipo de voleibol, soñaba con ser un profesional y sacarme a mi de la pobreza”, expresó Sharlyn Barrantes, madre del joven.
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Precisamente, un día antes de su homicidio, Kendall celebró con su familia que ya era bachiller; esa fue la última alegría que vivieron junto a él.
“Me pidió un arroz con leche porque era 14 de febrero (…) me lo mataron al frente de mi casa abriendo el portón”, describió al equipo de Alerta 8.
En su tiempo libre trabajaba en un taller mecánico del barrio y ese día regresaba de laborar.
Por su parte, Isidro Barrantes, abuelo de la víctima, describió al joven como estudioso y que no tenía vicios.
“Estudie y preocúpese por su futuro, sin vicios de ninguna clases, no tomaba no fumana y no andaba con malas compañías”.
¿Qué dicen las autoridades sobre el asesinato?
De acuerdo con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en el lugar pasaron dos sujetos en motocicleta quienes le dispararon.
Kendall recibió cinco balazos por un hecho que no tenía ninguna relación con él, ni con su familia.
Vecinos y amigos recordaron a Kendall como un joven que no era conflictivo y nunca tuvo problemas, por el contrario, en la comunidad lo querían mucho porque siempre ayudaba a quien lo necesitaba.
¿Quién era Kendall Myrie?
La víctima estudió en la escuela ciudadelas unidas y en el Liceo Teodoro Picado.
Desde niño amó el deporte, practicó atletismo y hace 4 años integró el equipo de voleibol del Comité Cantonal de Deportes y Recreación de Alajuelita.
La tragedia tiene consternados a los vecinos de la urbanización, quienes luchan contra la violencia que, como en este caso, arrebata la vida de inocentes.
En medio de lágrimas, este jueves 16 de febrero, despidieron a Kendall, con la esperanza que ninguna otra familia sufra lo mismo.
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