Este sábado en horas de la mañana, un incidente violento se registró en el sector de Corales Uno, en Limón, dejando a un joven de 17 años herido por arma blanca. Según los reportes preliminares, el joven se encontraba en una propiedad cortando césped cuando un hombre se le acercó, iniciando una discusión que rápidamente escaló.
Testigos afirman que el agresor, identificado como Fernández, de 67 años, habría sacado un machete durante la disputa, con el cual atacó al joven en varias ocasiones. Debido a las heridas sufridas, el joven tuvo que ser trasladado de urgencia a un centro médico.
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El incidente no terminó ahí, ya que vecinos que presenciaron la agresión intervinieron, golpeando al atacante con un objeto contundente. Como resultado, Fernández también requirió atención médica y fue trasladado al hospital, donde actualmente se encuentra bajo custodia policial.
Las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer los hechos y determinar las circunstancias que llevaron a este violento altercado.
El caso está siendo manejado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que trabajará en recabar testimonios y pruebas que permitan establecer responsabilidades y aclarar los motivos detrás de esta agresión.
Otros sucesos de este sábado...
La Fuerza Pública ha descubierto nuevas tácticas empleadas por mineros ilegales en Crucitas, quienes han comenzado a sumergir sus tómbolas, equipos utilizados para separar el oro de la tierra, en riachuelos, lagunas y quebradas con el fin de evitar ser detectados por drones y patrullajes terrestres.
Esta estrategia responde a la creciente presión que las autoridades han ejercido sobre la minería ilegal en la zona. Los talleres clandestinos donde se fabricaban estos costosos dispositivos, valorados en aproximadamente tres millones de colones cada uno, han sido intervenidos, lo que ha generado una notable escasez de tómbolas entre los coligalleros. Como resultado, las organizaciones dedicadas a la minería ilegal han tenido que adaptarse, ocultando los equipos bajo el agua para evadir la detección.
Anteriormente, los mineros solían esconder las tómbolas en áreas de vegetación densa o bajo improvisados refugios de plástico, pero las operaciones de la Fuerza Pública han obligado a los oreros a adoptar métodos más sofisticados. A pesar de estos esfuerzos, las autoridades han logrado encontrar y confiscar varias de estas máquinas.
En semanas recientes, oficiales de la Unidad de Intervención Policial descubrieron dos tómbolas sumergidas en una laguna. Más recientemente, miembros del Grupo de Apoyo Operacional de la Región Fronteriza (Región 11°) localizaron otras dos ocultas en una quebrada.
Además de la táctica de sumergir las tómbolas, las autoridades han notado que los mineros ilegales están fabricando versiones más pequeñas de estos equipos. La reducción de tamaño facilita su ocultamiento, tanto en el agua como en otras áreas difíciles de acceder o detectar.
El uso de tómbolas es crucial para la actividad minera, ya que estas máquinas permiten separar el oro de la tierra y las piedras de manera eficiente. La intervención de los talleres ha debilitado la capacidad operativa de los mineros ilegales, pero la creatividad y persistencia de estos grupos continúan representando un desafío para las autoridades.
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