El ciclista costarricense volvió a colocarse en lo más alto del deporte de las dos ruedas, esto, tras ganar la Klasika Primavera de Amorebieta, seis años después de ganar la etapa 14 de la vuelta italiana en el 2012.
El costarricense se vistió de rosa en una de las tres pruebas más importantes del mundo, y desde entonces, las lesiones lo habían perseguido alejándolo del máximo nivel del ciclismo mundial.
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“Tuve una fuerte caída en Harelbeke que me dañó las costillas y que me impidió estar bien en las primeras clásicas y competir en Flandes y Roubaix. Pero ahora toca este calendario alternativo y quién me iba a decir que iba a ganar en Amorebieta”, señaló el tico al Movistar Team, equipo al que pertenece.
El nacional entró en compañía de su capo, Alejandro Valverde, que le cedió el triunfo al nacional en el País Vasco, al norte de España, para que fuera dedicado a su hija, Gretta.
“El equipo ha estado sensacional y lo primero es darles las gracias a ellos y especialmente a Alejandro, que es un gran campeón y una gran persona y no me ha disputado la victoria. Si no, yo habría sido segundo” concluyó el ciclista entre risas.
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